Con los niños a cuesstas

Con los niños a cuesstas

sábado, 6 de junio de 2015

Puig del Far - Roca del Migdia

Fácil excursión a dos espectaculares balcones naturales del Collsacabra, que nos ofrecen unas vistas extraordinarias hacia los riscos de Tavertet y el pantano de Sau. Ambos miradores se asientan sobre los riscos de Vilanova de Sau y, por lo tanto, el Puig del  Far no debe confundirse con el risco (o cinglera en catalán) donde se encuentra el Santuario del Far, en la parte más oriental del Collsacabra. Así pues nos dirigimos a Vilanova de Sau y casi a la salida del pueblo (viniendo desde Folgueroles) giramos a la derecha en la última calle, creo recordar que es la calle Guilleries, donde dejamos el coche aparcado. Un poste indicador y la marcas blancas y rojas del GR nos confirmarán que hemos llegado al punto de inicio.


Mapa de la ruta - Ed. Alpina


Distancia: 8,5 km.
Tiempo: 4 horas, con paradas
Tiempo para un adulto: 2 horas 30', sin paradas


Justo al lado de las primeras casas de la calle está el poste indicador y un senderito que en bajada nos llevará hasta la carretera. La cruzamos y seguimos recto por la pista de tierra que hay frente a nosotros, tras las marcas del GR. Un poco más adelante encontramos una bifurcación señalizada, donde indica hacia la derecha para ir al Puig del Far. Nosotros seguiremos hacia la izquierda, tras las marcas blancas y rojas, ya que ese camino es por donde regresaremos.


Punto de partida de la ruta

Senderito en bajada

Cruzamos la carretera y seguimos por la pista

Desvío: nosotros a la izquierda
 
Nos adentramos en una zona de espesa vegetación hasta salir a un pequeño claro donde el sendero bordea el bosque. De nuevo nos introducimos en el encinar y comenzamos a subir de forma continuada por un camino pedregoso con pinta de ser el lecho de algún antiguo torrente. La subida se endurece un poco conforme ganamos altura y haciendo varias lazadas desembocamos finalmente en una amplia pista.


El claro nos permite observar el desnivel que hay que superar

El sendero se adentra en el bosque

Pasando bajo un árbol caido

Una vez en la pista, giramos hacia la derecha dejando las marcas blancas y rojas que siguen hacia la izquierda. La pista parece bifurcarse, aunque conducen al mismo sitio. Nosotros seguimos por el ramal de la derecha hasta alcanzar otra pista en donde volveremos a girar a la derecha. Si al salir del sendero hubiéramos seguido por el ramal de la izquierda, al llegar a la pista veríamos un poste indicador que señala recto hacia el Puig del Far por la pista que sigue frente a nosotros. Es un camino mucho más largo hasta nuestro objetivo, así que no hacemos caso de la señal y giramos a la derecha acercándonos al borde del risco. La pista hace un giro hacia la izquierda y frente a nosotros aparece la mole rocosa del Puig del Far, con la senyera ondeando en su cima. Unos metros antes de ponernos a su altura, a la izquierda se abre un pequeño prado en el que nos adentramos para seguir un senderito no muy marcado que conduce hasta el bosque.


Bifurcación al abandonar el sendero: nosotros por el de la derecha

La pista bordea los riscos de Vilanova de Sau

El Puig del Far frente a nosotros

Nos adentramos en el prado..

...y nos dirigimos hacia el bosque

En el bosque un poste indicador ya nos señala el camino y un poco más adelante, frente a una charca de agua, hay otro que marca el sendero para subir al Puig del Far. Iniciamos la subida hasta llegar a una roca abombada donde se practica la escalada. El camino la bordea y se empina con fuerza hasta llegar rápidamente a un replano o saliente desde el que se tiene una buenas vistas de la roca Falconera. 
 

Seguimos el sendero marcado

Erik buscando ranas en la charca

Iniciamos la subida hacia el Puig del Far

Pasando junto a la roca

Corta pero empinada subida

Vistas a la roca Falconera con el Montseny al fondo
 
 
El camino continúa su ascenso, algo más suave, por medio del encinar hasta llegar a la cima, una plataforma plana, suficientemente grande para estar sin problemas pero donde no deberemos quitar ojo a los más pequeños. Las vistas son realmente extraordinarias: los riscos de Tavertet, más al fondo los del Far, el pantano de Sau, la Roca del Migdia, la Roca Falconera, Les Agudes, el Matagalls... Nos sentamos en la roca y aprovechamos para comer algo e hidratarnos, pues esta primavera el sol aprieta de valent.


La subida se suaviza...

...y finalmente llegamos a la cima

Puig del Far, 832 m.

Erik nos saca una foto en la cima

Vistas a los riscos de Tavertet, los riscos del Far y el Pantano de Sau

Aquí con vistas a la Roca Falconera y los riscos de Vilanova

Tras un rato descansando en tan privilegiado lugar bajamos nuevamente hasta la charca y de allí por un caminito que encontramos a nuestra izquierda salimos nuevamente a la pista. La seguimos hacia la izquierda pasando bajo el Puig del Far, a la altura del cual encontramos a nuestra derecha un sendero señalizado por el que regresaremos al pueblo tras visitar la Roca del Migdia, hacia la que nos encaminamos.


Jan imitando a Sansón

Bajando por el tramo más empinado

Seguimos la pista...

...pasando por debajo del Puig del Far


Seguimos avanzando por la pista hasta una bifurcación que puede llevar a confusión, ya que la pista de la izquierda que sube no aparece ni en los mapas del ICC. Se trata de una pista abierta por los trabajos de limpieza forestal de la zona. Nosotros seguimos bajando por la derecha por la pista principal hasta llegar a una nueva bifurcación a la altura de un pequeño claro donde hay una charca. En este punto nos desviamos por el camino de la derecha abandonando la pista.


Pasamos de largo la pista de la izquierda

Al pasar junto a la charca nos desviamos hacia la derecha

Charca

La nueva pista que seguimos rápidamente se bifurca. Cogemos el ramal de la derecha dirigiéndonos hacia los riscos y al llegar casi al borde observamos un saliente con una bandera en su extremo. Es la Roca del Migdia y el camino hasta ella es bastante evidente. Tengo que decir que en el momento en que nosotros pasamos la zona estaba pelada como mi cabeza, pues los trabajadores forestales se habían empleado con ganas en sus tareas de limpieza, y por eso el camino resultaba fácil de seguir. Quizás si acudimos en otra época del año cuando la vegetación sea más espesa nos cueste más, aunque de todas formas no creo que presente ningún problema. Nos acercamos hasta el extremo donde se encuentra la bandera y disfrutamos de unas vistas de vértigo. Aquí si que es importante que los pequeños se queden lejos del saliente, incluso los adultos a los que les den yu-yu las alturas. Tampoco es bueno acercarse mucho si hay viento ni hacernos selfies imposibles, en especial si no disponemos de un traje de salto base o no tenemos intención por el momento de reencarnarnos.


Nos desviamos hacia la derecha

La Roca del Migdia vista desde el borde del risco

El camino es bastante evidente

La bandera marca el final de la roca

Las vistas son de vértigo

Roca del Migdia, 767m.

Vosotros, un poquito más lejos del borde

Abandono el lugar antes de que mi mujer piense en las ventajas de cambiar su estado civil y por un evidente sendero que resigue el risco nos dirigimos hasta un mirador desde el que tendremos una panorámica completa del pantano de Sau y los riscos de Tavertet. El pantano está al cien por cien de su capacidad, lo que me colma de alegría. De hecho, no se observa ni el campanario de la antigua iglesia. Fotos de rigor y pequeña pausa, que el día va avanzando y el calor aprieta.


Senderito que bordea el risco

Vistas al pantano desde el mirador

No se ve ni el campanario

Los peques posando con los riscos de Tavertet a sus espaldas

Subimos por un pequeño sendero que nos devuelve a la pista y giramos hacia la izquierda a buscar la charca y, de nuevo, la pista principal que pasa por debajo del Puig del Far. A su altura, nos desviamos a la izquierda por el sendero señalizado que nos conducirá hasta Vilanova de Sau.


Abandonamos el mirador por este sendero

Lo dicho, como mi cabeza

Llegando de nuevo a la altura del Puig de Far

Desvío hacia Vilanova de Sau
 

El sendero baja con fuerza por un terreno bastante pedregoso e incómodo. Lo bueno son las vistas que, desde varios puntos, tendremos de la Roca Falconera.

Bajando por el sendero

Roca Falconera

El terreno muy pedregoso

 
Tras un buen rato de bajada por tan incómodo suelo llegamos hasta la masía de la Vileta. Rodeamos la casa y encontraremos un poste indicador que señala recto para ir a Vilanova. Si seguimos por ahí obviamente llegaremos al pueblo, pero lo haremos bastante lejos de donde hemos dejado el coche. En nuestro caso, giramos a la derecha y bajamos por el camino que nos conduce hasta la masía de la Font.

Llegando a la masía de la Vileta

Rodeamos la casa y no hacemos caso al poste indicador

Bajamos por el camino hasta la masia de la Font


Pasamos junto a la masía de la Font y cruzamos por un puente de piedra que atraviesa una riera. Es un tramo agradable y fresquito, que hace bastante llevadero el último tramo de la ruta. Llegamos a la desviación del inicio de la excursión y girando a la izquierda, cruzamos la carretera y subimos hasta donde habíamos dejado el coche.


Cruzando el puente de piedra

Seguimos bajando por el camino

Por aquí se va más fresquito

Llegando al desvío del inicio de la excursión

Sólo queda cruzar la carretera


Llegamos hasta el coche y nos refrescamos un poco para dirigirnos hasta Tavèrnoles, donde hemos reservado restaurante para comer.


 

4 comentarios:

  1. Muy buena descripción de la excursión y el mejor recorrido de los varios que hay. Enhorabuena y muchas gracias.

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  2. Realizada esta magnífica excursión con unos amigos. Nos resultó dura pero gratificante; dura por qué, aunque todavía llevamos un niño dentro, el exterior habla a las claras de otro momento vital; en fin, aguantaremos todo lo que podamos y si contamos con la inestimable ayuda de tu blog espero que sea dentro de mucho tiempo. En cualquier caso, es el tuyo un trabajo impagable. Muy agradecidos y por supuesto, felicidades por el blog y por tu estupenda familia. ¡Seguid!!!

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