Con los niños a cuesstas

Con los niños a cuesstas

lunes, 25 de abril de 2016

Puigsoler

Fácil caminata que nos llevará hasta la cima del Puigsoler, en las cercanías de Manresa, y que nos permitirá conocer una bonita ermita que gracias a los esfuerzos desinteresados de miembros del Centro Excursionista de Sant Vicenç de Castellet está siendo rehabilitada y luce un aspecto fantástico. Marchamos hasta esta localidad del Bages, unos pocos kilómetros antes de llegar a Manresa, y dejamos el coche junto al colegio Puigsoler, al norte del pueblo. Dejo el enlace de Google Maps para que localicéis el punto de partida de la excursión.


Mapa de la ruta - ICC


Distancia: 6,5 km.
Tiempo: 3 horas, con paradas y visita a la ermita
Tiempo para un adulto: 2 horas, sin paradas


Dejamos el coche en una pequeña explanada frente al colegio (la foto de google maps no está actualizada) y nos ponemos a caminar. Debemos ir a buscar el puente que cruza la autopista. Tenemos dos opciones: la primera (más corta) es subiendo por la pista cimentada que hay junto a la explanada donde dejamos el coche; la segunda (algo más larga) es coger el camino que hay paralelo al colegio para enlazar con el GR-4. Tomamos esta segunda opción por mi alergia a los caminos asfaltados y bajamos por la pista sin asfaltar. Ésta hace un giro pronunciado a la izquierda y, pasando junto a una pequeña masía, nos unimos al GR-4 que sube desde la calle Roques Altes.


Dejamos el vehículo frente al colegio

Bajamos por la pista de tierra

La pista pasa junto a una vivienda

Enlazamos con el GR-4


A partir de aquí ya no abandonaremos las marcas rojas y blancas del GR hasta llegar al desvío señalizado para subir al Puigsoler. Cruzamos el puente de la autopista y continuamos por la pista que queda frente a nosotros, siguiendo los indicadores y los postes, hasta que uno de éstos nos hace tomar un sendero a nuestra izquierda y dejar la pista.


El GR enlaza con la pista asfaltada antes de llegar al puente

Llegando al puente

Vistas de Montserrat

Seguimos por la pista...

...hasta desviarnos por este sendero


El sendero asciende de forma suave y, aunque tiene algún tramo algo descompuesto, sin dificultad. Llegamos hasta un pequeño collado donde un poste indicador nos hace desviarnos hasta la izquierda siguiendo una pista de tierra, junto a la masía de Can Nogera.


El sendero nos introduce en el bosque

Esta parte está un poco más descompuesta

Vistas a los campos de cultivo...

...y a Montserrat

Llegando al desvío de Can Nogera

Can Nogera

Está en venta, por si alguien se anima

Bajamos ahora un poco por esta pista hasta que otro poste indicador nos hace desviarnos a la derecha, por el camino que conduce a la ermita de Sant Pere de Vallhonesta. Un poco más adelante llegamos al desvío hacia el Puigsoler, donde encontraremos un poste indicador y a san Bernardo, patrón de caminantes. En este punto, abandonamos el GR y comenzamos a subir por el senderito en busca de la cima del Puigsoler.


Desvío, ahora a la derecha

El camino sigue siendo muy cómodo

Llegamos al desvío al Puigsoler

Iniciando la subida


El sendero va ganando altura poco a poco. Frente a nosotros, en un primer término, queda el Puigsoler Petit y, más al fondo, el Puigsoler. A nuestra izquierda podemos ver la ermita de Sant Pere de Vallhonesta y otras masías que se extienden a lo largo del valle. El sendero, estrecho y sinuoso, nos conduce hasta una bifurcación señalizada: por la derecha se asciende al Puigsoler Petit y por la izquierda continúa el camino hacia el Puigsoler, rodeando el Petit.

El sendero es fácil de seguir

Superamos unos bloques de piedra

El Puigsoler al fondo y el Petit en primer tèrmino

Desvío


Decidimos dejar el Petit y ascenderlo luego a la vuelta desde el collado que lo separa del Puigsoler. El camino rodea esta elevación y llegamos a pequeño collado que le separa de su hermano mayor. Sin más dilación iniciamos la subida, algo empinada en algún pequeño tramo, y nos plantamos rápidamente en la cima.


El sendero se dispone a rodear el Puigsoler Petit

Encaramos la subida al Puigsoler

Mª José en plena subida

El camino que conduce hasta el Puigsoler Petit

Ya casi estamos en la cima


Buenas vistas desde la cumbre del Puigsoler, con el omnipresente macizo de Montserrat y la sierra de Sant Llorenç i l'Obac al otro extremo. Un vértice geodésico, una senyera, un belén y un buzón forman el conjunto de elementos que decoran la cima. Un viento incómodo no hace muy agradable la estancia en ella,  así que nos hacemos las fotos de rigor e iniciamos el descenso.


Jan, el primero en llegar, como casi siempre

Y recibe la felicitación de su madre

Vistas a Montserrat desde la cima

Puigsoler, 525 m.

Con Jan, junto a la senyera

Erik, haciendo el ganso

Hay que tener algo de cuidado en la bajada, ya que el terreno y la piedra suelta pueden hacernos resbalar. Llegamos hasta el collado y, en esta ocasión, subimos rectos hasta la cima del Puigsoler Petit, dejando a nuestra derecha el senderito que lo rodea.


Bajando con cuidado

Sendero hacia el Puigsoler Petit

La subida es más fácil

Los papás posando en la cima petita

Seguimos el sendero que baja hasta llegar al poste donde nos habíamos desviado para rodear el Petit, y volvemos hasta el camino que nos llevará a la ermita de Vallhonesta, pero no sin antes saludar a nuestro amigo San Bernardo, que está acompañado de su inseparable perro.


Bajando del Petit

Una de las masías que pueblan el valle

Desde el sendero tenemos una primera visión de la ermita

Regresando al camino de Vallhonesta

San Bernardo

El sendero hace un giro a la derecha y nos conduce hasta la entrada de Sant Pere de Vallhonesta, donde encontramos al Sr. Alfons, que tiene la gentileza de abrirnos las puertas de la ermita e ilustrarnos acerca de la historia y características del lugar. La ermita de Sant Pere de Vallhonesta fue edificada en el siglo XI sobre antiguos restos prerrománicos. Es muy singular su campanario de espadaña con cuatro ventanales (una de las pocas que existen). La parte más antigua es el ábside, y en su interior encontramos un sarcófago de piedra y restos de pintura más antigua debajo de las pinturas que actualmente se conservan. Es realmente meritorio el trabajo desinteresado de los miembros del Centre Excursioniste de Sant Vicenç, que con su esfuerzo y dedicación contribuyen a la restauración de este lugar. Quiero darles las gracias, y en especial al Sr. Alfons por su amabilidad y simpatía, ya que con su esfuerzo contribuyen a que muchos otros podamos disfrutar de lugares como estos.


Camino que conduce a la ermita

Se empieza a notar lo cuidado del lugar

Antiguo campanario

Sant Pere de Vallhonesta

Vista del ábside

Pila bautismal

Interior de la ermita

Sarcofago

Restos de antiguas pinturas

Con el Sr. Alfons

Nos despedimos del Sr. Alfons e iniciamos el regreso por el mismo camino que nos ha conducido hasta aquí. Pasamos junto a una construcción de piedra seca, de las muchas que hay repartidas por esta comarca, y, tras cruzar nuevamente la autopista por el puente, regresamos al coche, en esta ocasión, por la pista cimentada que encontraremos a nuestra derecha.


Construcción de piedra seca

Pasando junto a unos cultivos

Pasamos otra vez por encima de la autopista

Esta vez bajamos por la pista cimentada

Llegamos al coche sin novedad concluyendo una bonita excursión matinal.