Con los niños a cuesstas

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domingo, 22 de enero de 2017

Moltalt

La entrada de hoy es una fácil excursión que transcurre casi en su totalidad por anchas pistas forestales y que nos permitirá ascender hasta la cima del Montalt, una elevación en la parte más oriental del Montnegre que domina todo el sector entre Mataró y Arenys. El punto de partida es la zona de pic-nic del Santuari de Lurdes, en la localidad de Arenys de Munt. Entrando en el pueblo, nos desviamos hacia el centro urbano y seguimos las indicaciones hacia el Santuario de la Mare de Deu de Lurdes. La carretera asfaltada se convierte en una pista de tierra que, paralela a la riera, nos conduce hasta el aparcamiento del merendero que hay junto al santuario. Es una lugar muy concurrido, en especial en primavera y verano, por lo que si vamos en esa época es conveniente no llegar muy tarde, pues el parking, aunque grande, se pone hasta los topes.


Mapa de la ruta - Ed. Alpina


Distancia: 8 km.
Tiempo: 3 horas 30 minutos, con paradas


Dejamos el coche en el parking, y cruzamos la zona de mesas del merendero pasando junto al santuario de la Virgen de Lurdes, que se encuentra junto al restaurante. Bajamos hacia la derecha para coger la pista que va paralela a la riera y la seguimos unos cinco minutos hasta llegar a un cartel rojo del Parque. Unos metros más allá, dejamos la pista principal y seguimos por una que hay a la izquierda y que, haciendo un giro de 180º, sube en fuerte pendiente.


Llegando al merendero

Pasamos junto al restaurante

Santuario de la Mare de Deu de Lurdes

Avanzamos por la pista paralela a la riera

Llegando al cartel del Parque

Giramos a la izquierda y subimos por esta pista

La pista va ganando altura mediante lazadas. Aunque el camino es algo empinado, se sube con relativa facilidad. Siempre seguiremos la pista principal, obviando diversos desvíos que encontraremos a lo largo de nuestra marcha. Tras aproximadamente una media hora de camino, llegaremos a una zona más abierta donde desembocamos a otra pista que por nuestra izquierda viene desde Masjoan.


Vamos ganando altura con facilidad

La pista ancha y cómoda

Desembocamos en la pista de viene de Masjoan

Giramos a la derecha y continuamos por la pista que, en zona más soleada, nos conduce hacia la masía del Corral, siguiendo todo el cordal de la montaña. La vegetación cambia en esta zona, y los pinos y encinas, se les unen castaños y madroños.


Un primer castaño

Avanzamos ahora por una zona más abierta

Acercándonos a la masía del Corral

Pasando junto a la masía

Tras rebasar el Corral, seguimos caminando por la pista principal. Dejamos a nuestra izquierda otra pista y pasamos por una zona muy bonita, llena de castaños y madroños.


Siempre avanzando por la pista principal, sin desviarnos

El camino, amplio, cómodo y con poca pendiente

El musgo tapiza las rocas

Madroños

Y castaños sin castañas

La pista nos dirige hacia el collado de la Pedra de la Ferradura. Dejamos a nuestra izquierda otro desvío y pasamos junto a unas curiosas rocas que hay a nuestra derecha. Unos minutos más y llegamos hasta el collado, cruce de caminos señalizado, donde hay unas grandes rocas. En una de ellas, hay grabada una pequeña marca en forma de herradura que da nombre al collado, pero ya muy gastada. De hecho, a mi me costó bastante encontrarla.


Subimos ahora por una zona más sombría

Pasamos junto al grupo de rocas de la derecha

Llegando al collado

Las rocas que dan nombre al collado

Jan subido en una de las rocas

Una vez en el collado, giramos hacia la izquierda para seguir por la pista que sube.  Frente a nosotros hay otro sendero donde un poste señala que lleva al Montalt. De hecho así es, pero nosotros ascenderemos por otro sendero. Como he dicho antes, giramos hacia la izquierda para subir el fuerte repecho, donde unos metros más allá, a nuestra derecha hay un senderito marcado con un hito de piedra. Dejamos la pista y subimos por él, introduciéndonos en un precioso encinar, que en fuerte pendiente nos conduce hasta la cima.


Inicio del sendero que conduce a la cima

Nos adentramos en el bosque

La vegetación forma unos arcos muy bonitos

El sendero aunque empinado, es sencillo de subir

Llegando casi a la cima

Nos plantamos en la cima del Montalt, con sus 596 m. de altura. Sumamos uno más al reto de las cien cimas y disfrutamos de las vistas hacia el puerto de Arenys y Mataró. Repartidos junto al vértice geodésico hay varios belenes (la excursión la realizamos unos días antes de navidad) y multitud de figuritas. Desde aquí tenemos buenas vistas de la costa, la zona portuaria de Arenys de Mar y la ciudad de Mataró.


Erik descansando junto al vértice

Vistas hacia la costa

Montalt, 596 m.

Un belén

Otro en una calabaza

Tras descansar un rato en la cima, volvemos hacia el Santuario por el mismo camino de la ida, llegando en poco más de una hora al merendero.


Mesas del merendero

viernes, 12 de abril de 2013

Pedracastell

Pedracastell, también conocido como la Creu de Canet, es uno de los bonitos miradores que hay a lo largo de la costa del Maresme. El paseo, ya que llamarla excursión sería quizás exagerado, es ideal para hacerlo con niños pequeños en una mañana, pues todo el camino se realiza por pista forestal y aunque la subida en la primera mitad del recorrido es algo empinada, no tiene apenas dificultad. Además, el hecho de aparecer en el listado del reto de las 100 cimas de la FEEC le da un aliciente más para ir a conocerlo. Su ascensión se puede hacer desde Canet o, como en nuestro caso, desde Sant Iscle de Vallalta. Para llegar hasta aquí nos dirigimos por la autopista del Maresme hasta Arenys de Munt y tras cruzar el pueblo en dirección a Valgorguina, tomamos el desvío señalizado a la derecha que, 3 kilómetros más tarde, nos lleva hasta Sant Iscle.

Distancia: 5,5 km.
Tiempo: 2 horas 30', con paradas
Tiempo para un adulto: 1 hora 30' sin paradas


Mapa de la ruta - Ed. Alpina

Justo a la entrada del pueblo, a mano derecha hay un desvío hacia la zona deportiva. Aparcamos el coche en esa zona y bajamos hasta la riera, para coger la pista de tierra que sale a la izquierda, dejando a la derecha la subida hacia el polideportivo. Se trata de seguir las marcas rojas y blancas del GR 5, que no abandonaremos en todo el trayecto. Caminamos pues por la pista forestal en constante subida dejando atrás las últimas casas del pueblo.

Desde la carretera seguimos las marcas del GR

Ya está aquí la primavera

Subimos por la pista dejando atrás el pueblo

Pista forestal

Poco a poco nos vamos adentrando en el bosque rodeados de encinas y pinos, cruzándonos con  ciclistas y algún que otro motorista. Llegamos a una zona más abierta desde donde se divisa a nuestra espalda la torre de vigilancia del Turó Gros.

Esta zona es más soleada

Las marcas del GR siempre presentes

Erik disfrutando de las vistas


Al rato llegamos a una bifurcación, donde las marcas del GR nos hacen abandonar la pista forestal para adentrarnos en el bosque por un sendero bastante amplio. Cualquier opción es buena, pues ambos caminos convergen más adelante. Nosotros nos decidimos por seguir las marcas rojas y blancas y continuar por el sendero de la izquierda. La vuelta la realizaremos toda por la pista forestal. El camino nos lleva ahora por una zona más tupida donde abundan los alcornoques (a muchos de los cuales les han quitado parte de la corteza), buena para buscar espárragos aunque no encontré ninguno (alguien pasaría antes que yo), hasta que un poco más adelante vuelve a coincidir con la pista.

Avanzando por el sendero

"Hey, Jan, esa es más pequeña que la de Savassona"

Alcornoque

Llegamos a otra explanada, el Coll Safiguera, y un poco más adelante al Mirador de la Creu, un edificio blanco bastante degradado por los grafitis. Comemos algo aquí, sentados en el murete que hay frente al edificio, antes de subir a la Creu de Canet.

Seguimos por la pista forestal

Llegando al mirador de la Creu

La madre observando el lugar

Ahora continuamos por la pista de la izquierda, la de la derecha es el GR que conduce a Canet, para salir a una explanada divisando ya la cruz. A nuestras espaldas queda el Montseny, donde la nieve cubre la cima del Turó de l'Home, lo que no deja de sorprender en las fechas en que nos encontramos. Unos metros más y estamos al pie de la Creu de Canet, o Pedracastell.

Ya divisamos la cruz

El Turó de l'Home nevado en pleno mes de abril

Desde la cruz tenemos una amplia vista de toda la costa del Maresme con Canet al fondo. Con los niños trepo por las rocas hasta la base de la cruz para hacernos una foto. Hay mucha gente reunida en el lugar, unos que han subido desde Canet y otros, como nosotros, desde Sant Iscle, además de los muchos ciclistas que recorren la pista este domingo por la mañana. La enorme cantidad de grafitis que ensucian la cruz y sus aledaños dan al lugar un aspecto de abandono que no merece. La altura de Pedracastell es según el ICC de 308,5 metros, que contrasta con los 287 que le otorga el mapa de Alpina. Aceptamos la medida del organismo catalán, al considerarlo más fiable que mi mapa, algo antiguo, aunque me queda la duda de que el ICC haya incluido en la medición a la misma cruz.

Creu de Canet o Pedracastell

Canet al fondo

Con los niños en la base de la cruz

Pedracastell, 309 metros

Pasamos un rato en el mirador, pues hace una mañana estupenda y apetece tomar el sol. La vuelta la realizamos por el mismo camino, pero en esta ocasión no nos desviamos por el GR, sino que seguimos toda la pista forestal hasta el pueblo. Ha sido un agradable paseo en una estupenda mañana de primavera.

Explorando el lugar

Jan y su madre con Canet al fondo

Abandonando el mirador