El Coll de la Creueta, a escasos 7 kilómetros de las pistas de esquí de la Molina, o por la otra vertiente a diez del pueblo de Castellar de N'hug, es un excelente punto de partida para realizar sencillas excursiones con niños pequeños. Tenemos la posibilidad de alcanzar cotas superiores a los dos mil metros por prados alpinos y con un desnivel muy suave. Además, si hay nieve es un lugar estupendo para iniciarnos en las raquetas de nieve o simplemente disfrutar de una buena bajada en trineo. Nosotros, sabedores que de nieve íbamos a encontrar poca y que habría que dejar el trineo para otra ocasión, decidimos hacer un poco de montaña y subir dos cotas superiores a los dos mil metros pasando una agradable matinal. Desde este collado podemos escoger entre la vertiente que da al Puigllançada, como cota superior de la zona, con picos como el Pla del Baguet o el Tossal de Rus, o por el contrario, como hicimos nosotros, la oriental para subir al Pic de la Creueta y el Pic de la Pleta Roja. Para llegar hasta aquí se puede ir hasta la Molina por el tunel del Cadí, bajo impuesto revolucionario de 12 euros, o bien desde Berga pasando por Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet - Castellar de N'hug - Coll de la Creueta, camino con muchas curvas y que los niños pueden pagar en el asiento de atrás.
Distancia: 6 km.
Tiempo: 2 h. 30', con paradas
Tiempo para un adulto: 1 h 30' sin paradas
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Mapa de la ruta - Ed. Alpina |
Dejamos el coche en la explanada que hay en el collado y cruzamos la carretera. Frente a nosotros se levanta una elevación que superaremos por su parte derecha trazando una diagonal. Un pequeño sendero con marcas de pintura roja en alguna piedra nos llevará, por una pendiente no muy dura, hasta la parte superior.
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Subiremos trazando una diagonal hacia la derecha |
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Jan subiendo por el camino más difícil |
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Encontraremos alguna marca pintada en las piedras |
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El Puigllançada se eleva a nuestra espalda |
En la ladera quedan restos de nieve, nada que ver con lo que acumulaba hace apenas un mes, y como no cambie mucho el tiempo me temo que tendremos otro invierno bastante seco. Poco a poco vamos ganando altura hasta llegar a un amplio collado desde donde divisamos ya la cima del Pic de la Creueta.
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Subiendo a buen ritmo... |
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...para jugar con el primer pegote de nieve que encontramos |
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Llegamos al collado desde donde se divisa el Pic de la Creueta |
Desde el collado tenemos una excelente visión de los amplios prados que rodean el lugar. Las vistas son espectaculares, destacando esa imagen tan bonita de la niebla a los pies del Montseny cubriendo la Plana de Vic. Nos encaminamos hacia la ladera que tenemos frente a nosotros para coronar el primer dosmil de la jornada, el Pic de la Creueta, no sin antes hacer la acostumbrada parada en los restos de nieve que encontramos subiendo.
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La foto no hace justicia a la belleza del paisaje |
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Otro pegote de nieve, otra parada |
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Avanzando por el collado |
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"Oh Eun-sun" posando antes de "atacar" la cima |
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Jan apunto de hacer cumbre |
Sin apenas esfuerzo subimos la ladera y llegamos hasta el vértice geodésico que corona la amplia y redondeada cumbre del Pic de la Creueta. Un poco más allá del vértice hay un paravientos, uno de los muchos que veremos durante la excursión. También hay un mojón de piedra que marca la frontera entre las comarcas del Berguedá y la Cerdanya, y que volveremos a encontrar en la Pleta Roja. Fotos de rigor y cola cao para seguir caminando. Aprovechamos para quitarnos ropa, porque parece mentira que en pleno mes de diciembre a dos mil metros de altura haga tanto calor.
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Jan el primero en llegar |
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Los dos hermanos en la cima |
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Pic de la Creueta, 2066 m. |
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El Puigllançada desde la cima del Pic de la Creueta |
Volvemos a ponernos en marcha bajando la ladera del Pic de la Creueta para acercarnos hasta la segunda cima del día, el Pic de la Pleta Roja, que esta coronado por un paraviento. Hay que tener en cuenta que toda esta zona son pasturas donde las reses pasan mucho tiempo y la tramontana suele pegar con fuerza, por lo que los pastores levantan estas construcciones para protegerse. La bajada es suave, y antes de llegar al colladito que hay antes de iniciar la subida a la Pleta Roja encontramos los restos de una res, de la que los carroñeros han dado buena cuenta.
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Dejamos atrás el Pic de la Creueta... |
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...para dirigirnos a la Pleta Roja |
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Restos de una vaca |
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Erik alucinado contemplando lo que queda de la vaca |
Subimos la ladera sin apenas notar el desnivel y alcanzamos la cima de la Pleta Roja. Un paravientos es la única estructura que marca la cima. Más allá queda otro mojón como frontera entre las dos comarcas. A nuestros pies queda hacia el este la Coma de Migjorn y un poquito más allá una elevación que corresponde al Serrat de la Moixera.
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Jan acercándose al paraviento |
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Erik dentro de la construcción |
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Pic de la Pleta Roja, 2033 m. |
Si tenemos ganas de caminar algo más, podemos acercarnos hasta el Serrat de la Moixera, que queda a poco más de un kilómetro. Los niños quieren volver a los restos de nieve que hay acumulada en el collado que queda entre la Creueta y la Pleta Roja, para jugar un rato, así que nos damos la vuelta desde este punto. Para volver, podemos hacer el mismo camino, subiendo nuevamente al Pic de la Creueta. Nosotros, para variar un poco el recorrido y tener vistas hacia el norte, decidimos bordear tanto esta montaña como la elevación que superamos al inicio de la ruta.
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Bajando de la Pleta Roja hacia los restos de nieve |
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Pasamos junto a otro paravientos bordeando la Creueta |
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Jan siguiendo los pasos de su madre |
Bordear el Pic de la Creueta es bastante sencillo, caminando por amplios prados y con buenas vistas hacia el pueblo de Toses con el Puigmal de telón de fondo. Nos desviamos ahora hacia la derecha para bordear también la primera elevación que superamos al inicio de la ruta. Aquí el camino se complica algo más. Seguimos un pequeño senderito que en algunas ocasiones se pierde, vigilando si llevamos niños muy pequeños pues la inclinación de la montaña por esta parte es mucho más acusada.
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Caminando hacia la última elevación de la ruta |
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Erik siguiendo el pequeño sendero |
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Aquí la inclinación es más pronunciada |
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Finalizando la excursión |
Finalmente alcanzamos el Coll de la Creueta, tras dos horas y media de excursión, contando paradas. Para completar la jornada, podemos acercarnos al pueblo de Castellar de N'hug, precioso pueblo de montaña donde cada último domingo de Agosto se celebra un concurso de perros pastores, desde donde parte un caminito de escaleras que conduce a las fuentes del río Llobregat. Es un auténtico espectáculo ver las cascadas de agua, si ésta mana con fuerza. Otra opción es acercarnos a la Pobla de Lillet para visitar los Jardines Artigas, construidos por Gaudí y de una gran belleza, o dar un paseo con los niños en el Tren del Ciment.
Gracias por este post y por compartir vuestro amor por la montaña.
ResponderEliminarSalud!
Gracias a t por el comentario. Un saludo
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