En esta ocasión hemos realizado una excursión por el macizo del Montnegre para ascender a sus dos cimas más importantes, el Turó Gros y el Turó d'en Vives, éste último techo de la comarca del Maresme. El punto de inicio de la ruta se encuentra junto a la ermita de Sant Martí del Montnegre, y para llegar allí nos dirigimos a la localidad de Sant Celoni y, a la salida del pueblo dirección Hostalric, justo pasar el local de los bomberos nos desviamos a la derecha cuando encontramos un indicador que nos señala la dirección hacia "Boscos del Montnegre". Tomamos entonces una pista asfaltada que un par de kilómetros más adelante se convierte en tierra y en relativo buen estado. Tras unos 8 kilómetros llegaremos a nuestro destino.
Distancia: 11 kilómetros
Tiempo: 4 horas 30' con paradas
Tiempo para un adulto: 3h 30' sin paradas
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Mapa de la ruta - Ed. Alpina |
Bajamos del coche con una temperatura de -3º, pero bueno, como suelo decir, no existe el frío, sólo las personas mal abrigadas. Frente al parking unos postes señalan el inicio de la ruta conocida como "Montnegre carener", que, de hecho, es la que haremos añadiéndole la subida al Turó d'en Vives. Sin embargo, nosotros realizamos la excursión en sentido contrario, pues así la había preparado. No obstante, recomiendo hacerla siguiendo los postes, que te acompañarán en todo el recorrido, salvo en la ascensión al Turó d'en Vives. Así que tomamos la pista hacia la izquierda siguiendo el letrero que indica Santa María de Montnegre y nos ponemos en marcha.
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Bien abrigados contra el frío |
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Inicio de la ruta "Montnegre carener" |
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En marcha hacia Santa María del Montnegre |
Avanzamos por la pista rodeados de castaños y encinas. A nuestra izquierda nos acompaña la visión de las cumbres nevadas del Turó de l'Home y Les Agudes, restos de la gran nevada que cubrió el Montseny a principio de semana. El camino es cómodo y en ligero descenso. Llegamos a una bifurcación y continuamos por la derecha siguiendo las marcas blancas y rojas del GR.
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Vistas al Montseny |
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Buscando alguna castaña por el camino |
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Seguimos el GR a la derecha |
Pronto llegamos al Sot Gran de Can Presses pasando la masía del mismo nombre, donde encontramos un frondoso encinar y l'Alzina Grossa, una encina de un metro de diámetro y tres de perímetro y catalogada como árbol monumental. Sus gruesas ramas están sujetas con tensores a fin de evitar la rotura de alguna de ellas por el viento.
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Erik observando un alcornoque "afeitado" |
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El bonito colorido del otoño |
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Alzina Grossa |
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Intentando rodear la encina con las manos |
Dejamos atrás la encina y pasamos por una zona donde abundan los castaños. Llegaremos a una nueva bifurcación, donde tomaremos el sendero de la derecha, abandonando el GR y haciendo caso del indicador que nos señala el camino hacia la ermita de Santa María. Ahora el camino se empina ligeramente mientras avanzamos por un hermoso castañar. Pasamos junto al Forn de Carbonet, una pequeña cavidad que encontraremos a la derecha del camino, mientras seguimos nuestro agradable paseo entre castaños.
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Abandonamos el GR y seguimos por la derecha |
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Avanzamos entre un manto de hojas |
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Forn de Carbonet |
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Los castaños y su alfombra de hojas |
Pronto llegamos a la Font del Degotall, unos metros antes de alcanzar la ermita de Santa María del Montnegre, de la que mana un pequeño caño de agua.
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Avanzando entre castaños |
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Font del Degotell |
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Jan tocando el agua de la fuente |
Alcanzamos por fin la ermita de Santa María. La capilla fue construida en el siglo XIX, aunque durante la guerra civil fue muy dañada quedando en un estado lamentable, con sólo un par de paredes en pie. Con ayuda de los vecinos en 2009 se produjo una muy buena restauración convirtiéndose en el pequeño templo que hoy podemos admirar y un lugar muy agradable donde descansar. Lo aprovechamos para comer algo, a pesar de que, aunque la temperatura ha subido algo, hace todavía bastante frío.
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Ermita de Santa María del Montnegre |
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Interior de la ermita |
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Aprovechando para recuperar fuerzas |
Frente a la capilla están los restos del roble monumental que en 2010 una fuerte tormenta de nieve y viento hizo caer. Este árbol tenía más de 100 años y hoy descansa junto a un pequeño brote que se ha plantado para que futuras generaciones puedan disfrutar de su sombra. A la izquierda del roble unas escaleras de madera nos conducen hasta la fuente de Santa María. Continuamos nuestro camino por el sendero que hay a la derecha de la capilla, totalmente alfombrado de hojas.
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Restos del roble monumental |
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El enrrejado protege el nuevo brote |
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Seguimos ahora por el sendero de la derecha de la ermita |
Subimos rodeados por castaños, robles y, sobre todo, avellanos. Desembocamos en un camino más marcado y seguimos hacia la derecha. Esta es la parte más "complicada" de la ruta si la realizamos en sentido contrario, pues nos encontraremos varios senderos que pueden llevar a confusión. Llegaremos a una bifurcación y tomaremos el camino de la izquierda, no el que baja por la derecha. Algo más adelante, en una nueva bifurcación, tomaremos el de la derecha, menos marcado que la pista que abandonamos, y que se empina hacia la cima del Turó Gros.
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El camino está alfombrado de hojas |
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Desembocamos en esta pista y seguimos hacia la derecha |
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Encaminándonos hacia la cima |
Pronto divisamos la torre de vigilancia que marca el punto más alto del turó, también conocido como el Turó de la Telefonista. Alcanzamos la cima y nos hacemos la foto de rigor. Es una cumbre atípica, pues al estar completamente rodeados de vegetación no hay vistas.
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Torre de vigilancia |
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Turó Gros, 766 m. |
Dejamos la torre atrás y en ligero descenso seguimos nuestro camino para enlazar con el GR 5. Antes de lo que esperaba llegamos a este punto y giramos hacia la izquierda para dirigirnos hacia el Turó d'en Vives. Este mismo sendero, pero hacia la derecha, es el que nos conducirá hasta Sant Martí del Montnegre, punto de partida del recorrido. Tras subir y bajar un par de cuestas, llegaremos a un punto donde encontraremos tres caminos: el de la izquierda es el GR, que abandonamos y continuamos por el camino del medio. Si cogiéramos el de la derecha tampoco pasaría nada, pues enlaza más adelante con el que hemos tomado.
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Abandonando el Turó Gros |
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Llegamos al GR 5. Ahora hacia la izquierda |
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Dejamos el GR y tomamos el sendero del centro, a la derecha en la foto |
Ahora estaremos atentos y encontraremos, cuando el camino inicia un suave descenso, un sendero a nuestra izquierda. Lo seguimos, abandonando el camino por el que veníamos, y llegaremos a un punto donde parece que el sendero se acaba. Al fondo hacia la derecha hay un hito de piedras que marca el inicio de la subida al Turó d'en Vives. La subida no está muy marcada, pero se adivina fácilmente. Algún que otro hito de piedras nos ayuda a no desviarnos y encontrar la cima. Llegamos por fin a ésta, y si las vistas desde el Turó Gros eran inexistentes, aquí parece que estamos en medio de la jungla. Una madera clavada en un árbol, un buzón y una placa instalada por la Agrupació Excursionista Catalunya con motivo de su centenario nos informan que hemos llegado a la cima comarcal del Maresme
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Hito de piedras que marca el inicio de la subida |
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El camino no está muy marcado |
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Punto que marca la cima comarcal |
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Turó d'en Vives, 759 m. |
Abandonamos la cima y volvemos por nuestros pasos hasta alcanzar nuevamente el GR 5. Lo cogemos hacia la izquierda y volvemos a subir las cuestas hasta llegar al punto donde nos desviamos cuando bajábamos del Turó Gros. Seguimos por él por una pista en muy buen estado hasta que unos cientos de metros más allá, en el Coll de Basses, abandonamos la pista y cogemos el sendero de la izquierda tras las marcas rojas y blancas del GR. La vegetación está compuesta principalmente de castaños, robles y encinas. Pasaremos por la Roureda de l'Audelell, un robledal con algunos ejemplares magníficos.
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Descendiendo por el GR 5 |
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Otro enorme árbol momumental |
Llegaremos a un castañar donde el camino se complica, pues es mucho más accidentado y la cantidad de hojas que cubren el suelo, tapan las piedras con el riesgo de torcernos un tobillo. Pronto alcanzamos la zona conocida como Coll de Terra Negra, llamado así por la cantidad de pizarra de este color donde encontramos la última bifurcación del día. Se trata de girar a la derecha y seguir el GR 5 que nos llevará en unos pocos minutos hasta Sant Marti del Montnegre.
hermoso reportaje
ResponderEliminarMuchas gracias por familia! Muy interesante!
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