Marchamos hasta la comarca de la Ribera d'Ebre, en concreto hasta Tivissa, para ascender la Tossa, punto culminante de la sierra que rodea esta localidad. La excursión es muy bonita y relativamente sencilla. Sólo en el tramo de la drecera de Benet habrá que tener precaución si vamos con niños pequeños, pues se trata de un estrecho tramo con fuerte pendiente y, en ocasiones, algo expuesto. Excepto por esta parte del recorrido, el resto de la ruta no presenta ninguna complicación. Para llegar a Tivissa bajaremos desde Barcelona por la AP-7 hasta la salida 38, para seguir por la C-44 hasta esta localidad. Rodearemos el pueblo y dejaremos el coche junto al campo de fútbol, al lado de una explanada donde se encuentra el punto de inicio de la excursión.
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Mapa de la ruta - Ed. Piolet |
Distancia: 8,5 km.
Tiempo: 4 horas 30 minutos, con paradas
Tiempo para un adulto: 3 horas, sin paradas
Tras dejar el coche, entramos en la explanada y nos dirigimos hacia el poste indicador donde comienza el Camí de la Llena. Seguimos este sendero, a veces rocoso y otras empedrado, que nos permitirá ir ganando altura mediante diversas lazadas. Se trata de un bello camino de herradura que asciende entre el Tormo de la Margarida y la Roca del Migdia.
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Inicio del Camí de la Llena |
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Hace algo de frío a primera hora de la mañana |
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Subimos por este sendero rocoso |
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El empedrado es muy llamativo |
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El camino es muy bonito |
Alcanzamos un pequeño collado junto a un poste indicador. Por la derecha se accede al inicio de una vía ferrata. Continuamos ascendiendo por el Camí de la Llena aproximándonos hacia los riscos que quedan frente a nosotros, mientras que el pueblo queda cada vez más abajo.
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Poste indicador |
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Frente a nosotros la Roca del Migdia |
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El empedrado es espectacular |
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Vistas hacia Tivissa |
Conforme nos acercamos a la pared del risco, el sendero gira hacia la derecha, quedando frente a nosotros la Roca Verdura donde ondea una estelada. Seguimos subiendo por el pedregoso pero bello camino y observamos una balma en la pared del risco: son las Coves de la Llena. En esta zona el empedrado se encuentra en mejores condiciones y, mediante lazadas, nos acercamos a la balma.
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Proseguimos nuestro ascenso |
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Roca Verdura |
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Detalle del empedrado |
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Coves de la Llena |
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Jan llegando junto a la cueva |
El camino gira hacia la derecha y cruzamos al otro lado de una valla de madera, hasta alcanzar un poco más arriba un mirador desde el que en un día despejado se puede disfrutar de grandes vistas. Hoy, lamentablemente, la niebla impide la visibilidad y sólo podemos observar con detalle el pueblo. Proseguimos la subida y alcanzamos el Coll de la Llena, desde donde sale un sendero a nuestra derecha que nos conducirá a la cima de la Roca Verdura.
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El empedrado es muy vistoso en este tramo |
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Pasamos al otro lado de la valla |
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Llegando al mirador |
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Vistas al pueblo desde el mirador |
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Alcanzando el Coll de la Llena |
Tomamos el sendero y nos encaminamos hacia la cima de la Roca Verdura (559 m.). Una vez arriba, nos hacemos una foto junto a la senyera, ya que las vistas (en condiciones meteorológicas aceptables divisaríamos un amplio paisaje que iría desde la montañas de Prades al Montsant) son inexistentes debido a la niebla que nos rodea.
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Tomamos este sendero |
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Continuamos por esta zona más abierta |
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Cima de la Roca Verdura |
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Vistas hacia esta tremenda pared del risco |
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Una foto con Jan |
Volvemos al collado y continuamos por la pista que nos conduce al Collet de la Llena (dirección al Coll de Monetze) dejando el camino que por la izquierda sube hasta el Cim de la Llena, donde hay unas antenas. A nuestra derecha se abre la Obaga de la Tossa y parte del risco que deberemos ascender para alcanzar la cima de la Tossa. Un poco más adelante llegamos al Collet de la Llena, donde se cruza el camino de la Llena con el de Arriers. En este punto dejamos la pista y nos enfilamos por un sendero que se adentra en el bosque y que está señalizado por un poste indicador.
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Continuamos por la pista |
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A nuestra derecha se abre la Obaga de la Tossa |
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Collet de la Llena |
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Inicio del sendero |
El senderito, conocido como la Drecera de Benet, es algo dificultoso. En algún punto no está muy marcado y el terreno que pisamos es muy pedregoso y, en ocasiones, estrecho y resbaladizo. Hay puntos donde hay que tener bastante cuidado porque son algo aéreos y expuestos.
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Iniciamos la subida... |
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...y nos adentramos en el bosque |
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La niebla cae sobre la ladera |
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El terreno muy pedregoso |
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En algunos puntos el sendero se estrecha |
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Un tramo de subida más exigente |
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Uno de los puntos más delicados de la subida |
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Pasamos junto a una pequeña balma |
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Jan en plena subida |
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Llegando a la parte superior del risco |
Tras la exigente subida alcanzamos el altiplano, un terreno bastante rocoso y cubierto de arbustos donde hay que estar atento a los hitos de piedra que hay repartidos para no perder el sendero. De todas formas, no hay perdida posible, pues sólo hay que superar la pequeña subida que hay frente a nosotros para alcanzar la cima de la Tossa.
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Avanzamos por el altiplano |
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Nos encaminamos a superar esta pequeña elevación |
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Ya tenemos la cima a tocar |
Llegamos al punto culminante de la Sierra de Tivissa. Es una cima pequeña y algo aérea, por lo que conviene estar atento para evitar llevarnos un susto. Lamentablemente la niebla nos rodea y no tenemos apenas visibilidad, pero en un día claro desde este punto se puede ver el Montsant, las montañas de Prades, la Serra de Llaberia, la Serra de Cardó...., en fin, una lástima.
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La niebla nos impide disfrutar de las vistas desde la cima |
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Jan el primero en llegar |
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Tossa de Tivissa, 718 m. |
Tras un pequeño rato en la cima, la niebla y el viento no invitan a permanecer más tiempo allí, bajamos hacia un pequeño collado que nos separa de otra elevación a la que no llegaremos. Conforme bajamos, estaremos atentos a un hito de piedras que marca el inicio de un senderito a nuestra derecha que marcha ladera abajo.
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Debemos bajar hacia ese pequeño collado |
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La familia bajando la ladera de la Tossa |
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Inicio del senderito |
El sendero se adentra en un frondoso bosque conocido como la Obaga de les Cabreres. Rodeados de encinas perdemos altura por este empinado pero cómodo camino que, tras atravesar una pequeña tartera, nos conduce hasta las ruinas de Sant Blai de Monegret, una antigua masía ahora abandonada pero donde hay unos vistosos muros de piedra seca formando terrazas.
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El sendero es ancho y sencillo para bajar |
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Hay que superar algún que otro obstáculo |
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Encontramos una pequeña tartera |
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Que no presenta mucha dificultad |
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Aunque la ladera es bastante empinada |
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Muros de piedra seca formando terrazas |
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Restos de la masía de Sant Blai de Monegret |
Junto a las ruinas de la masía encontramos un poste indicador. Nos encontramos en el Coll de Monegret, cruce de caminos en el que continuaremos por la pista asfaltada en dirección a la Font de Sant Blai. Un poco más adelante, a la altura de otro poste indicador, el asfalto desaparece y continuamos por un sendero pedregoso siempre en dirección a la Font de Sant Blai.
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Dejamos atrás la masía... |
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...y continuamos por la pista asfaltada |
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Bajamos por ella... |
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...hasta este punto |
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Volvemos a pisar piedras |
Llegamos hasta la altura de un nuevo poste indicador. Como en las ocasiones anteriores, seguimos en dirección a la Font de Sant Blai. Dejamos a nuestra izquierda un sendero marcado con un hito de piedras que conduce a una masía (indicar que algunos tracks señalan que hay que proseguir por este camino y cruzar los campos de cultivo que rodean la masía; no lo recomiendo, el propietario, supongo que con razón y cansado de ver desfilar gente por sus tierras, prohíbe el paso y, según he leído, no es muy agradable encontrarse con él) y continuamos unos metros más hasta llegar a una bifurcación. Tomamos el camino de la izquierda, más estrecho que el que continúa recto, que nos conducirá, dando un rodeo más largo que si atravesáramos los campos del sufrido pagés, hasta la Font de Sant Blai.
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Alcanzamos un nuevo poste indicador |
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El sendero es más estrecho por aquí |
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Panales de abejas de la masía |
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Nos desviamos por este sendero |
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Ya divisamos la ermita de Sant Blai |
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Descendemos por este pedregoso camino |
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Saliendo a la pista que conduce a la ermita |
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Font de Sant Blai |
Desde la fuente subimos por la pista asfaltada hasta la ermita de Sant Blai donde, además del edificio religioso, hay una zona de picnic. La ermita está cerrada y no podemos visitarla. De todas formas es un lugar muy agradable y merece la pena pararse un rato para descansar. Si queremos y nos quedan fuerzas, podemos subir por la parte posterior de la ermita hasta un promontorio rocoso donde hay una cruz. Debido a la niebla decimos como el del chiste: si hay que subir se sube, pero subir "pa ná"...
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Subimos desde la fuente por la pista |
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Jan llegando a la ermita |
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Ermita de Sant Blai |
Tras la pausa, nos encaminamos de regreso a Tivissa siguiendo las marcas rojas del GR-7 en este tramo conocido como el Camí de Sant Blai. Pasamos junto a los riscos de la Roca Verdera y en los diferentes postes indicadores, siempre continuaremos tras las marcas blancas y rojas. Que no os pase como a nosotros, que con la conversación en el último poste indicador nos desviamos dirección a Tivissa. No representa ningún problema siempre y cuando no te importe caminar cinco minutos más.
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Nos ponemos en camino hacia el pueblo |
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Este tramo del camino es muy bonito |
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Enormes moles rocosas |
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Ya tenemos a la vista el pueblo |
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Un nuevo desvío señalizado |
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Entrando en las calles de Tivissa |
Una vez en el pueblo, sólo hay que seguir la calle hasta el campo de fútbol donde hemos dejado el coche, finalizando de esta manera la excursión.