Con los niños a cuesstas

Con los niños a cuesstas

lunes, 22 de agosto de 2011

Cap de Creus

Aprovechando que hemos pasado unos días en Sant Pere Pescador, y a pesar de que la idea era cambiar las botas de montaña por los bañadores y las bicicletas, no hemos podido resistirnos a realizar una excursión por el Cap de Creus. Éste es un parque natural que se extiende hacia el mar como una punta de flecha, convirtiéndose en el extremo más oriental de la península ibérica. Un paraje agreste y salvaje, azotado por la tramuntana que le confiere ese aspecto casi lunar. Hay diversas rutas que pueden realizarse, algunas partiendo de Cadaqués, ese precioso pueblo de casas blancas y ahora convertido en una copia barata de Lloret, otras buscando esas calas tranquilas de aguas transparentes, o bien, marchando con el coche hasta el Faro del Cap de Creus como hicimos nosotros. El trazado corresponde al itinerario nº 15 del parque natural y os lo podéis descargar desde este enlace.

Mapa de la ruta

Dejamos el coche en un pequeño aparcamiento antes de llegar al faro. Unas escaleras de piedra nos conducen hasta el lugar donde éste se encuentra, mientras observamos las calas Fredosa y Jugadora. No obstante, se puede seguir ascendiendo con el coche y dejarlo más arriba, mejor aparcado. Es interesante entrar en el centro de información del parque, que se encuentra en el edificio del faro. Allí podremos obtener el folleto de la ruta e información adicional de toda la zona.

Subimos hasta el faro

Cala Jugadora

Cala Fredosa

Panorámica desde la subida al Faro


El itinerario comienza junto al parking del faro, señalizado por un poste. La ruta en sí consiste en seguir las flechas rojas pintadas sobre unas placas redondas que hay colocadas en el suelo. Aunque al principio parecen fáciles de seguir, en muchas ocasiones no son muy visibles. Si a eso le sumamos que no hay sendero, es fácil desviarse del camino. Nosotros decidimos obviar las señales y, orientados con el mapa, hacer nuestra propia ruta. Es imposible perderse, pues el faro está visible casi siempre y tan sólo hay que vigilar con las rocas, algunas afiladas como cuchillos. Nos encaminamos hacia el mirador, pasando por una placa que recuerda que en este lugar se rodó la película, basada en la novela de Julio Verne, El faro del fin del mundo, interpretada por Kirk Douglas.y Yul Brinner. Pronto divisamos el rocoso islote de s'Encalladora.
 

Inicio del recorrido

Nos dirijimos hacia el mirador

El camino está bastante marcado al principio

Panorámica desde el mirador con el islote s'Encalladora al fondo

Desde el mirador tenemos una amplia visión de toda la zona. Nos fotografiamos con algunas rocas de peculiares formas, moldeadas por la acción de los elementos, mientras los niños suben al montículo donde las rocas forman una pequeña cavidad en forma de cueva, con su ventana y todo. Hay muchos turistas, en especial alemanes y holandeses, que no dejan de sorprenderme cuando los observo caminar por terreno tan accidentado en playeras. No sé qué les habrán contado en la recepción de su hotel cuando les aconsejaron visitar este lugar. Lo cierto es que para caminar por toda la zona es recomendable llevar botas, nuestros tobillos nos lo agradecerán y a mí se encargaron de recordarmelo después, durante toda la tarde.


Encaminándonos hacia uno de los montículos

Posando junto a una de las características rocas del Cap de Creus

Mirando hacia la costa francesa

Una casita con ventana junto al mar

El faro a lo lejos

Bordeamos el promontorio y bajamos hasta encontrar un poste indicador que nos señala hacia la izquierda la continuación del recorrido largo que aparece en el folleto. Sin embargo, a nosotros nos atrae más la idea de seguir las marcas rojas y blancas del GR 11 y llegar hasta la punta del cabo, el punto más oriental de la península ibérica, que divide el golfo de Roses y el Golfo de León. Frente a nosotros se levanta una mole rocosa que pensamos escalar (al menos yo).


Los peques al borde del risco

Bonita cala frente a s'Encalladora

Bajamos siguiendo las marcas del GR

Tras la roca se encuentra el inicio del GR 11

Bajamos siguiendo las marcas del GR hasta quedar delante de la mole. A su derecha sale un camino muy estrecho y bastante aéreo, sobre todo un pequeño tramo donde debemos agarrarnos a la pared para asegurar el paso. En este punto hay que tener mucha precaución con los niños para no llevarnos un susto.


Bajamos dejando la cala a la izquierda

Seguimos el GR bordeando la roca por la derecha

Subimos pegados  a la pared

Hay que tener cuidado en este tramo

Porque esto es lo que nos espera si resbalamos

 Tras superarlo, salimos a una zona más ancha, pedregosa y de aspecto lunar, que nos lleva hasta el punto donde se inicia el gran sendero transpirenaico GR 11, señalizado por un gran hito de piedras. Nos encontramos en el punto peninsular más oriental, inicio de la ruta que acaba en el cabo Higuer, en la costa vasca.


El camino nos conduce a una amplia zona rocosa

Que nos conduce al final del cabo

Hito de piedras, inicio del  GR 11

Foto de familia

Una vez aquí, me dispongo a subir hasta la cima de la roca que hemos bordeado. No es muy difícil, aunque  en algunos tramos te tienes que ayudar con las manos. Se ha de vigilar con las rocas, para no arañarte o hacerte un corte. En un principio subo solo, hasta que me doy cuenta que Erik me acompaña y juntos nos plantamos en lo alto en pocos minutos.


Inicio la subida por un pequeño corte en la roca

Erik me sigue en la aventura

Últimos metros

En la cima

Con Erik saludando a la familia

Descendemos con cuidado y volvemos a bajar hasta los pies de la roca, donde, siguiendo las marcas del GR, volvemos a lo que es, más o menos, el sendero señalidado de la excursión, observando nuevamente las bonitas calas que hay en el lugar. Subimos por una zona de bajo matorral, donde se aprecia cómo la vegetación busca el refugio de las rocas para protegerse del viento. Es la zona conocida como el valle de la cueva del infierno, o cova de s'infern, enorme cavidad a pie de mar, formada por la erosión de dos grandes rocas, que en lugar de romperse, se deforman.

Otra bonita cala

Subimos por la vall de la cova de s'infern

Cova de s'Infern


Finalmente, nos encaminamos de vuelta al faro, dando por concluida la excursión. Como he dicho al principio, es una excursión muy sencilla, sin perdida. Si tenemos ganas y tiempo, se puede ampliar a toda la zona que rodea el faro, disfrutando de una completa perspectiva del Cap de Creus.


Un muestra de la minerología de la zona

Otra muestra entre esquistos negros

Volviendo al faro


Junto al faro hay una edificacion, antiguo cuartel de la guardia civil, que hace las funciones de restaurante. No se come mal, pero no es barato. Si pensáis comer allí, os recomiendo que reservéis mesa antes de iniciar la ruta, pues se llena completamente al mediodía.



1 comentario:

  1. El fin de semana iré con mi hija, seguiré vuestras indicaciones para realizar esta excursión.
    Gracias por esta información.

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