Un verano más subimos hasta las pistas de esquí de Vallter para ascender una de las cimas que componen el circo de Ulldeter. El Pic de la Dona es, quizás, de las grandes montañas que conforman el circo la más sencilla de ascender con niños. El desnivel no es muy grande (no llega a los 500 metros) y la subida, aunque constante, no presenta muchas dificultades. En nuestro caso, tras hollar la cima y aún a sabiendas de la dificultad, seguimos la cresta en dirección al Bastiments para bajar otra vez a Vallter desde el Coll de la Geganta. No recomiendo bajar por aquí si vamos con niños muy pequeños. La parte final de la bajada es por un terreno muy descompuesto, con fuerte pendiente y puede resultar bastante penosa. Si no queremos complicarnos la vida, es mejor regresar desde la cima deshaciendo el camino de ida.
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Mapa de la ruta - Ed. Alpina |
Distancia: 6,5 km.
Tiempo: 4 horas, con paradas
Tiempo para un adulto: Menos de 3 horas, sin paradas
Dejamos el coche en el parking superior de la estación de esquí y nos dirigimos hacia la parte posterior del bar, donde comienza el sendero, marcado con señales rojas y blancas del GR, que sube hacia la Portella de Mentet.
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Aparcamos en la parte superior de la estación de esquí |
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Vistas hacia la Portella de Mentet |
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Inicio de la ruta |
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Comenzamos la ascensión |
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El camino parece un torrente de piedras |
Poco a poco vamos ganando altura, dejando atrás la estación de esquí, rodeados de ejemplares de pino negro. Llegamos a un desvío donde seguiremos por la izquierda (el camino de la derecha continúa hacia el Pla de Coma Ermada) hasta llegar a la altura del torrente, que baja completamente seco, algo que en mis múltiples visitas a Vallter nunca había visto.
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Dejamos atrás ya la estación de esquí |
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Gra de Fajol, gran y petit |
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Vistas al Bastiments |
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El sendero continua su moderada subida |
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Llegamos a la altura del torrente... |
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...que baja completamente seco |
Ya nos queda poco hasta el collado. Un poco más de subida y alcanzamos la Portella de Mentet, desde donde tenemos unas vistas increíbles hacia el Canigó. A nuestra derecha se extiende toda la cadena que conduce hacia la Roca Colom y el Costabona, mientras que a nuestra izquierda sigue el camino hacia el Pic de la Dona. Paramos un rato para descansar y disfrutar de las vistas. Es un día muy claro que a partir de mediodía se cubrirá totalmente amenazando tormenta.
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Subiendo con el Gra de Fajol a nuestra espalda |
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Alcanzando el collado |
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Portella de Mentet |
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Vistas al Canigó |
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Jan observando el Gra de Fajol |
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Vistas hacia la Coma de la Portella, territorio francés |
Tras un descanso, continuamos la subida hacia el Pic de la Dona. Un sendero bien marcado nos lleva hasta la parte superior de la elevación que quedaba frente a nosotros. Aunque el terreno es algo arenoso y descompuesto, se sube fácil y no presenta ningún problema. A nuestra espalda tenemos unas vistas fantásticas de toda la cadena que, pasando por la Portella de Morenç, se extiende hasta las cimas de la Roca Colom y el Costabona.
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Ahora toca seguir por aquí |
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Vistas de la cadena que conduce al Costabona |
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El sendero, algo descompuesto |
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Alcanzando la parte superior de la elevación |
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Jan hace una pequeña parada |
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Ya tenemos a la vista el Pic de la Dona |
Una vez arriba, ya divisamos la cumbre. Sólo hay que seguir el cordal para plantarnos en su base e iniciar una fácil subida hasta la amplia cima de este dosmil.
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Más cerca de lo que parece |
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Jan encabezado el grupo |
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El sendero llanea hasta el pequeño collado |
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El grupo continúa su avance |
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Iniciamos la subida a la cima |
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Vistas al Bastiments |
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La cima ya a tocar |
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La madre cerrando el grupo |
Sin problemas alcanzamos la cima del Pic de la Dona. Es una cima muy amplia desde donde se tienen unas grandes vistas. Hay un gran hito, aunque parece que la cima la marca un grupo de piedras junto a un hierro con forma de árbol de navidad en su extremo superior, que está unos metros más allá, en lo que me parece una zona un poco más elevada y donde están reunidos un grupo de excursionistas que nos adelantaron en la subida. Nos dirigimos allí y nos hacemos la foto de cima.
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Alcanzando la cima del Pic de la Dona |
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Hito de piedras |
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La madre haciendo cima |
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Creo que este es el punto más elevado |
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Pic de la Dona, 2704 m. |
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Con Jan, junto al hito de piedras |
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El Canigó al fondo |
Aprovechamos la ausencia de viento para almorzar y descansar un buen rato. Decidimos seguir la cadena en dirección al coll de la Geganta y bajar desde allí a Vallter. Sé que el último tramo de bajada es complicado, pero nos apetece seguir el cordal en dirección al Bastiments, pues es un tramo de travesía muy bonito. Si vamos con niños muy pequeños, es mejor darse aquí la vuelta, o bien si queremos recorrer el cordal, regresar por el mismo camino de ida.
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Recogiendo los bártulos del almuerzo |
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Pic de Bacivers |
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Vistas del cordal con el Bastiments y el Pic de Bacivers al fondo |
Nos ponemos en marcha siguiendo el cordal por una zona amplia y llana conocida como el Pla d'Ombriaga. El sendero nos lleva hacia una elevación rocosa que nos separa del Coll de la Geganta. Es el Pic d'Ombriaga, de 2634 m., que ascendemos para volver a bajar y seguir en dirección al Coll de la Geganta.
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El sendero recorre el Pla d'Ombriaga |
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Vistas a Vallter desde el cordal |
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Frente a nosotros el Pic d'Ombriaga |
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Subimos por este sendero |
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Seguimos hacia el Coll de la Geganta con el Bastiments al fondo |
Sin más incidencias y disfrutando de las vistas que tenemos a ambos lados del cordal nos acercamos al Coll de la Geganta, cruce de caminos donde podemos seguir rectos hacia la cima del Bastiments, girar a la derecha para dirigirnos al Pic de Bacivers o, como hacemos nosotros, bajar en dirección a las pistas de esquí.
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El camino salpicado de rocas |
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Un hito al lado del sendero |
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Erik mirando hacia Vallter |
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Bajando una pequeña elevación del cordal |
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Al fondo vemos algunos excursionistas el el Coll de la Geganta |
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El cordal continúa hacia la cima del Bastiments |
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Con mi vástagos en el Coll de la Geganta |
Tras otra pausa en el Coll de la Geganta en la que valoramos la posibilidad de acercarnos a l'Estany de Bacivers y que desechamos por los amenazadores cúmulos que empiezan a crecer, iniciamos el descenso hacia las pistas de esquí. Un sendero bien marcado en forma de zig-zag baja ladera abajo insinuando un fácil descenso hasta Vallter. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que esta parte es muy sencilla y se pierde altura rápidamente, pero aún queda para llegar a la parte más complicada de la bajada.
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Sendero de bajada |
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Dejamos atrás la mole del Bastiments |
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Rápidamente se pierde altura |
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Hitos útiles en el invierno |
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El sendero nos sigue acercando a las pistas de esquí |
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Punto de inicio de la parte difícil de la bajada |
El sendero nos conduce junto a una roca en la que hay pintada en rojo una flecha y la palabra font, en dirección a la Font de la Perdiu. A su izquierda el sendero continúa hacia la parte superior del remonte que baja por el Clot de la Xemeneia. Seguimos por donde nos indica la flecha roja e iniciamos el duro descenso que nos llevará hasta el Clot de la Regalissia. El camino, directo y de fuerte pendiente, está muy descompuesto y hay que vigilar para no resbalar. Se agradece llevar bastones.
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Comenzamos a bajar la parte difícil |
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Vistas hacia el Clot de la Regalissa y al fondo el embalse |
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Erik bajando con cuidado |
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No somos los únicos que hemos decidido bajar por aquí |
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Ya casi estamos |
Despacio y con mucho cuidado, llegamos a una parte más llana junto al embalse, donde el terreno es mucho más sencillo y enlaza con las pistas de esquí. La nubes han cubierto completamente el cielo y han tomado ese color gris plomizo que no anuncia nada bueno. Una vez superada la bajada, ya es cuestión de diez minutos llegar hasta el coche.
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Erik ya está abajo |
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El sendero mucho más sencillo en esta parte |
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Ese cielo no promete nada bueno |
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Cariño, corre que nos vamos a mojar |
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Bajando por las pistas |
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Llegando a la estación de esquí |
El cielo está cada vez más tapado y plomizo. Me sorprende ver gente que sube en dirección al Coll de la Marrana con las nubes que hay y la mala pinta que tienen, y más cuando hace unos días un rayo ha alcanzado a un chico de Manlleu en el Bastiments. Hay que ser prudente, las montañas no se van a mover de donde están y no merece la pena arriesgarse. Puede que no caiga ni una gota o puede que sí. Nosotros, por nuestra parte, bajamos hasta Setcases a pegarnos una comilona acorde a esta bellas montañas por las que hemos hoy hemos transitado.