El pasado día 5, aprovechando el inusual tiempo primaveral en pleno mes de febrero, decidimos hacer una salida más larga de lo habitual, de día completo. Nos fuimos nuevamente al macizo de Sant Llorenç a visitar las balmas conocidas como Els Obits, para después llegar hasta el Morral del Drac, a los pies de la Mola.
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Mapa de la ruta - Editorial Alpina |
Comenzamos a andar por la pista asfaltada que sale desde el centro de interpretación del Coll d'Estenalles, dejando a nuestra izquierda el sendero que conduce a la cima del Montcau. Para nuestra sorpresa, y alegría de los peques, quedan bastantes restos de la nevada del pasado fin de semana, de lo que deduzco que nuestro ritmo, ya de por sí paso caracol, se ralentizará más por las continuas paradas para jugar con la nieve.
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Subimos por la pista asfaltada |
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Restos de la nevada |
Todo el recorrido no tiene pérdida, está muy bien señalizado y la única dificultad para los más pequeños es la distancia, casi once kilómetros en total, ida y vuelta. Seguimos por la pista en dirección al Coll d'Eres. El Montcau queda a nuestra izquierda y ya se ve en su cima a un nutrido grupo de excursionistas. Las vistas son preciosas: Montserrat, el Cadí, Montseny, etc. El día es muy claro a primera hora de la mañana y apenas hay neblina.
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Seguimos la pista asfaltada con Montserrat al fondo |
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Vistas del Cadí con la Falconera en primer plano |
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El Montcau bastante concurrido |
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Hacia el coll d'Eres rodeando la base del Montcau |
Tras caminar 30 minutos llegamos al Coll d'Eres, una explanada rodeada de árboles donde confluyen diversos caminos. Dependiendo de la ruta elegida, es un buen lugar para comer, sobre todo en verano. Cogemos el camino marcado en dirección a la Mola subiendo unos escalones de piedra y dejando a nuestra derecha un monolito en memoria de Joan Maragall.
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Entramos en una zona arbolada... |
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...que nos lleva a la explanada del Coll d'Eres |
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Continuamos nuestro camino subiendo las escaleras de piedra |
Proseguimos la marcha en suave ascenso atravesando zona boscosa dominada por las encinas. Dejaremos a nuestra izquierda un camino que lleva a Les Fogueroses (todo indicado por las señales verdes del camino), veremos el Roure de Palau a nuestra derecha (roble de unos 30 metros de altura y de tronco blanquecino catalogado como árbol monumental) hasta que llegamos a un pequeño claro desde donde divisamos por primera vez la cima de la Mola, mientras el Montcau se aleja cada vez más a nuestra espalda.
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Ascendemos de forma suave hasta el roure de Palau |
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Las paradas son contínuas para jugar con la nieve |
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Nos encontramos señales en cada cruce de caminos |
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Un descanso para reponer fuerzas |
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Ya tenemos vistas del monasterio en la cima de la Mola... |
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...mientras el Montcau se aleja de nosotros |
Tras una pausa para comer algo, seguimos por el amplio sendero combinando zonas boscosas con otras más despejadas hasta llegar a una bifurcación señalizada. A nuestra izquierda sale un camino que se divide un poco más adelante y que conduce uno a las Pinasses y otro a la Font Flàvia y Els Obits. Nosotros decidimos continuar en dirección a la Mola y coger el desvío que encontraremos más adelante para llegar a Els Obits, más sencillo de seguir si se va con niños. La parte negativa es la torrentera que tuvimos que bajar (y posteriormente subir), bastante accidentada. Tras bajar con cuidado ayudando al más pequeño, seguimos el sendero hasta encontrar el desvío (una vez más señalizado) que nos conduce finalmente a las balmas conocidas como Els Obits.
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Seguimos el sendero en ligera subida |
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Hay que bajar esta torrentera |
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Aquí Jan necesita un poco de ayuda |
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Llegamos a Els Obits. El Montseny al fondo |
Els Obits son dos balmas o cuevas aprovechadas como vivienda y edificadas parcialmente. Al parecer estuvieron habitadas desde la Edad Media hasta el siglo pasado, en que se utilizaban como refugio para el ganado. Entre las múltiples leyendas que rodean al parque de Sant Llorenç, hay una que hace referencia a estas cuevas y en la que se cuenta que se utilizaban para fabricar moneda falsa. Las vistas son espléndidas desde los riscos, con el Montseny nevado al fondo. Se puede seguir un camino que las rodea y que conduce a la Font Flavia y de vuelta al camino hacia el Coll d'Estenalles.
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Els Obits |
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Detalle de la entrada de una cueva |
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Otra de las cuevas |
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Els Obits |
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Otra más |
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Foto de familia |
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Interior de una de las balmas |
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Todos dentro |
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Panorámica desde los riscos. El Montseny a la izquierda y la Mola a la derecha |
Tras estar un buen rato explorando las cuevas, volvemos por el mismo sendero al camino principal y nos dirigimos hacia nuestra próxima parada: el Morral del Drac. Pasamos por un encinar, con nuevas paradas en cada sitio que encontramos con un poco de nieve, hasta subir a un pequeño collado desde donde ya podemos ver frente a nosotros La Mola, al oeste el macizo de Montserrat y al este asoma el Morral del Drac. Rodeamos un pequeño risco y bajamos por una pequeña canal hasta llegar a un cruce de caminos: Can Pobla, La Mola, Sta. Agnes.
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Volvemos al camino y subimos cruzando un encinar |
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Más paradas para jugar |
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Un pequeño sendero nos conduce a lo alto de un collado... |
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...desde donde ya divisamos el Morral del Drac |
El Morral del Drac, también conocido como la Cova del Drac, es una curiosa formación rocosa con una grieta en medio y que se alza sobre un riscal. La leyenda, como tantas en estos lares, cuenta que los moros, derrotados por el conde de Barcelona, para vengarse, trajeron un dragón de Africa que criaron en la cueva donde se encuentra la ermita de Sta. Agnes para aterrorizar a toda la comarca. Al enterarse el conde, se batió con el dragón dándole muerte en este lugar. Otros dicen que era aquí donde vivía el dragón. Acceder a la grieta de la roca es relativamente sencillo, aunque si queremos subir algún niño hay que tener mucho cuidado: al final de la grieta nos espera un precipicio. Se puede acceder bien por un caminito y luego escalar un poco por el lateral de la roca o bien subir por una canal que conduce a los pies del Morral, camino que elegí para subir con Erik.
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Morral del Drac |
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Una de las vías de acceso |
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Subiendo con Erik por la canal |
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Con Erik en el interior del Morral del Drac |
Nuestra intención era llegar hasta la ermita de Sta. Agnes, que se encuentra muy cerca de aquí, pero el sendero de bajada es muy accidentado y duro para el más pequeño. Además, con las contínuas paradas para jugar con la nieve, era ya la hora de comer, así que nos dimos la vuelta, dejando la visita a la ermita para otra ocasión, quizás cuando volvamos a subir a la Mola desde Can Pobla. Para comer elegimos el collado que hay antes de bajar al Morral, disfrutando de unas hermosas vistas de la montaña de Montserrat.
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Subimos nuevamente al collado... |
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...y comemos en la explanada |
Tras reponer fuerzas y descansar un buen rato, regresamos por el mismo camino, sorprendentemente en menos de dos horas, y eso que paramos varias veces, incluso para hacer un mini muñeco de nieve. Subimos de nuevo la torrentera, parte más complicada del camino, y pronto divisamos el Montcau. Un poco más y finalmente llegamos al Coll d'Estenalles, fin de la excursión.
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Subimos de nuevo por la torrentera |
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Haciendo un muñeco de nieve |
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La nieve no daba para más |
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El Montcau a la vista |
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De regreso en el centro de interpretación |