Con los niños a cuesstas

Con los niños a cuesstas

lunes, 21 de septiembre de 2015

Montbaig

El Montbaig, hoy más conocido como Sant Ramón de Golbes por la ermita dedicada a este santo que hay en su cima, es una de esas pequeñas elevaciones cercanas al área metropolitana que entran dentro del listado de las cien cimas de la FEEC y que valen para pasar una mañana cuando no tenemos otros planes mejores. Toda la subida se realiza por una pista forestal que compartiremos con ciclistas y corredores, además de con otras muchas familias que, desde Sant Boi, Viladecans o Sant Climent, suben hasta allí. En resumen, se trata de un agradable paseo que nos permitirá disfrutar de unas excelentes vistas hacia el delta del Llobregat y el Garraf. Nosotros realizamos la excursión desde Sant Boi. Como es un poco complicado describir cómo llegar al punto de partida, dejo este enlace a Google Maps para que se pueda situarse quien esté interesado.


Mapa de la ruta - ICC

Distancia: 5,5 km.
Tiempo: 2 horas

Dejamos el coche y empezamos a caminar por la calle Camí de Golbes. Un poste indicador nos señala dos vías de subida a la ermita. Nosotros escogemos la que pasa por el pabellón de caza, pues la otra sube por medio de la urbanización y no tenemos ganas de pisar asfalto. La calle se convierte en una pista de tierra a la altura de la Torre de la Marquesa, como popularmente se conoce al antiguo pabellón de caza y que se construyó a mediados del pasado siglo.



Subiendo por el Camí de Golbes

La calle convertida en una pista de tierra

Nos aproximamos a la Torre de la Marquesa

Torre de la Marquesa

Desde el camino tenemos vistas a la Ermita de Sant Ramón


El camino hace un giro a la izquierda y se bifurca. Continuamos por el de la izquierda, que está cerrado al tráfico por una cadena. Rodeados de pinos llegamos hasta la Font de Golbes, parada obligada de ciclistas y runners donde llenan sus cantimploras.


El camino continúa por la izquierda

Llegando a la Font de Golbes


Es un rincón fresco y agradable


Erik probando el agua de la fuente


Pasamos junto un depósito de agua y, en suave pendiente, vamos ganando altura. El camino serpentea constantemente y en cada curva hay bancos donde poder descansar. Poco a poco, la vegetación se abre y nos permite tener vistas hacia Sant Boi y Barcelona.



El tránsito de ciclistas es constante

Depósito de agua

Bancos para descansar

Sant Boi de Llobregat


Llegamos a un cruce de caminos, donde por la pista de la izquierda, que viene de Sant Boi, suben los coches hasta la ermita. Frente a nosotros surge un sendero al que se accede por unas escaleras a pie de pista y, que a modo de atajo, sube directo hasta la ermita. Si no queremos complicarnos o vamos con niños muy pequeños, podemos seguir la pista que también nos llevará arriba. Nosotros, cansados de la monotonía de la subida, nos desviamos por el sendero.


Cruce de caminos

Sendero por el que continuaremos

Esto ya es más divertido

Giramos a la derecha....

...y subimos por este sendero

Vistas hacia el Llobregat

El camino acaba junto al aparcamiento de la ermita. La bordeamos por la izquierda y subimos por la parte posterior. Una vez arriba nos tomamos un café en el bar que hay y visitamos la iglesia. Fue construida entre 1885 y 1887 y dedicada a Sant Ramón Neonato. Es tradición que las mujeres embarazadas suban a pie hasta la ermita y enciendan una vela para pedir la protección del santo en el parto. Junto a la entrada hay un mural con diferentes prendas de bebé colocadas como ofrenda al santo en petición o agradecimiento de alguna promesa.


Llegando ya a la ermita

Ermita de Sant Ramón de Golbes

Interior de la iglesia


Mural con las ofrendas

Montbaig, 295 m.

Desde el mirador de la ermita tenemos unas estupendas vistas hacia el delta y las poblaciones del Baix Llobregat. También podemos observar todo el Garraf, el Ordal, Collserola, etc. En resumen, unas amplias y bonitas vistas. Junto a la iglesia hay habilitada una zona de picnic para pasar el día con los niños. La vuelta la realizamos enteramente por la pista de tierra, observando desde lejos y antes de llegar al coche la Torre Benviure, una edificación de origen medieval construida entre 1023 y 1048 y que, si estamos interesados, se puede visitar los domingos por la mañana.


Contemplando las vistas

Torre Benviure



 

jueves, 17 de septiembre de 2015

Bastiments

Acabamos las vacaciones ascendiendo a uno de los gigantes del Pirineo Oriental. El Bastiments es el pico más alto del circo de Ulldeter. Se trata de una montaña bastante asequible, técnicamente no tiene ninguna dificultad y está muy concurrida en verano. Tan sólo los 800 metros de desnivel que debemos superar puede presentar alguna dificultad, en especial para un niño que no esté acostumbrado a caminar por la montaña. Así que deberemos valorar si nuestros peques están preparados para un desafío de tal calibre. Otro punto a considerar es la meteorología. Aunque la previsión sea buena (imprescindible consultarla antes de ir), hay que estar pendiente de esos cúmulos que empiezan a aparecer a primera hora de la mañana y que, sin darte cuenta, pueden terminar cubriendo las cimas, con el riesgo correspondiente. El viento también es un enemigo peligroso en esta montaña, en especial en la cresta cimera, por lo que si sopla con fuerza, mejor no subir. Las montañas tienen una ventaja: no se mueven del sitio, y siempre se puede volver otro día. Nosotros tuvimos la fortuna de que el día de la ascensión no hubo viento y el cielo estuvo totalmente despejado. Por último, recomiendo no prestar atención al tiempo que tardamos, pues incluye todas las paradas, algunas bastante largas, que hicimos aprovechando el estupendo día que nos había tocado, y no es orientativo. Desde Badalona nos dirigimos a las pistas de esquí de Vallter 2000, y en la última curva antes de llegar al parking superior de la estación ya veremos coches aparcados. Dejaremos aquí el coche, pues es donde comienza el sendero que sube hacia el refugio de Ulldeter.

Mapa de la ruta - Ed. Alpina

Distancia: 9,5 km.
Tiempo: 6 horas 30 minutos, con paradas
Tiempo para un adulto: 3 horas 15', sin paradas

Son las 8 de la mañana cuando llegamos a Vallter y ya nos cuesta trabajo encontrar un hueco donde dejar el coche. Media hora más tarde nos ponemos en camino, cruzando la carretera y subiendo por el bonito camino que conduce al refugio. La visión imponente del Gra de Fajol iluminado por el sol matinal, nos acompaña durante la marcha. A nuestra izquierda baja el río Ter, ahora un pequeño arroyo que poco a poco irá creciendo a lo largo de su curso hasta su desembocadura en Torroella de Montgrí. Cruzamos el Ter por una pasarela de madera y continuamos nuestra subida hasta el refugio. La subida se endurece, hace una serie de lazadas y atravesando un bosque de pino negro, llegamos al refugio. Hemos  tardado 25 minutos, lo que no está nada mal para ir con niños.


El parking lleno de coches

Vistas al Gra de Fajol durante la subida

Erik a buen ritmo

Siempre que vengo  me gusta hacerle una foto a este árbol

Cruzando la pasarela

Refugio de Ulldeter

En el refugio hacemos la primera parada. Algo va mal con las botas de Jan, que le molestan. Se las quito y se las vuelvo a poner. Nuevamente en marcha, continuamos nuestro camino siguiendo las marcas blancas y rojas del GR-11 que conduce a Núria. Subimos paralelos a una de las pistas de esquí, superando un pequeño repecho y volviendo a salir a una zona más plana, quedando a nuestra derecha la elevación del Puig dels Lladres. Al día siguiente se celebra en Vallter la Cursa de la Marrana y hay varios voluntarios señalizando con banderines el recorrido que los corredores deberán seguir. Estos banderines nos serán de ayuda para seguir el mejor camino en la subida al Bastiments.


Ya asoma el Bastiments

Erik tirando de la familia

Puig dels Lladres

En esta zona más llana se camina mejor


Seguimos nuestra progresión acompañados cada vez de más excursionistas y de algún que otro corredor que está estudiando el terreno para la carrera del día siguiente. Pasamos por un humedal formado en los prados por el agua que mana de la fuente del Ter, que baja formando pequeños riachuelos ladera abajo. Estamos muy cerca de su nacimiento. Queda a la derecha, por debajo de la caseta donde esta la cafetería "Les Marmotes".  El sendero se empina y va haciendo lazadas para superar el desnivel que nos separa del Coll de la Marrana.


Pasando junto al curso del Ter, cerca de su nacimiento

Bastiments

Camino hacia el Coll de la Marrana

Vistas hacia el circo de Ulldeter

Jan y su madre en plena subida


Aprovechamos para hacer una parada en el collado y recuperar fuerzas para encarar la ascensión de este gigante. Disfrutamos de las vistas hacia los dos colosos que separa el collado, así como del circo de Ulldeter, la Coma del Freser y el resto de montañas que nos rodean.


Desde el collado, vistas al Gra de Fajol...

...y vistas hacia el Bastiments...

...y vistas de lo que ya hemos subido

Una parada para recuperar fuerzas

La tropa preparada para el "ataque a cima"

Pic Freser y Pic de l'Infern


Nos ponemos en marcha siguiendo la cresta que, primero de forma suave y luego cada vez más empinada, nos conduce al Bastiments. Somos un grupo numeroso y variopinto el que se dirige a la cima: grupos de montañeros más o menos experimentados, corredores de montaña, familias y algún que otro tipo que pretende hacer cumbre con un calzado, digamos no muy apropiado.


Erik el primero en ponerse en marcha

Atrás queda el Gra de Fajol

Erik subiendo las primeras rampas

Vistas hacia el valle del Freser


Jan, al que parece que han dejado de molestarle las botas, encabeza el grupo a un ritmo que me cuesta seguir, para sorpresa mía y de los montañeros a los que va avanzando, que no salen de su estupor al ver lo pequeño que es. El terreno se vuelve más arenoso y más empinado. Los últimos ciento cincuenta metros de desnivel son los más duros, que se superan mediante lazadas. El grupo familiar se ha cortado. Cada uno subimos a nuestro ritmo. Jan se para a esperarme y juntos proseguimos la ascensión, mientras que Erik acompaña a la madre unos metros más atrás. Pronto divisamos la cruz del Bastiments, y con un poquito de esfuerzo más nos plantamos junto a ella.


Jan adelantando excursionistas

El mozo en plena subida

Ya se ve la cruz

Jan llegando a la cruz

¡Eres un machote!


La cruz del Bastiments no es la cima de esta montaña. Está a una cota de 2875 m. La cima queda a la izquierda, superando los últimos metros de desnivel. Llega el resto de la familia y decidimos hacernos la foto junto a la cruz más tarde, cuando no haya tanta gente. Mientras que Mª José y yo nos quedamos disfrutando de las vistas, los críos se encaminan hacia la cima. Salimos detrás de ellos, ya que el terreno es peligroso. Hay mucha pizarra suelta y no quiero que en su afán por ser el primero, se caigan y se hagan daño. Llegamos al vértice geodésico que marca la cima, pero preferimos hacernos la foto al final de la cresta cimera, donde se encuentra el piolet metálico, mucho más vistosa.


Erik el tercero en llegar

Y la madre, cierra el grupo

Los críos camino de la cima

Vistas al Pic de Bacivers y el pequeño lago que hay a sus pies

Vistas al Canigó

Vértice geodésico y cima oficial


Para llegar hasta el piolet hay que seguir la cresta con cuidado para evitar resbalar o torcerse un tobillo con las piedras sueltas que hay acumuladas. Está claro que con fuerte viento o niebla no sería posible hacer este camino, sería muy peligroso. Finalmente llegamos al piolet, donde también hay muchos excursionistas y esperamos nuestro turno para poder hacernos la foto de cima. Las vistas son realmente extraordinarias, independientemente del lugar hacia donde dirijas la vista.


Aquí también hay mucha gente

Bastiments, 2883 m.

Los dos fenómenos

Vistas a la Coma del Freser

La parte francesa tapada por un mar de nubes


Descansamos y comemos para recuperar fuerzas. Se está estupendamente en la cima. No hace viento y ni mucha calor y las vistas son espectaculares. Van llegando más excursionistas, algunos de ellos continúan por la cresta para subir al Pic Freser y al Pic de l'Infern.


La madre preparado el avituallamiento

Jan recuperando fuerzas

Un esquí metálico también decora la cima


Tras pasar una media hora en la cima, regresamos y nos dirigimos hacia el vértice geodésico, donde también nos hacemos la foto, y la cruz de la antecima. Aquí ya no hay tanta gente y podemos hacernos otra foto de grupo. La cruz del Bastiments fue colocada en 1994 por el Grup  Excursionista i Esportiu Gironí con motivo de su 75º aniversario.


Dejando atrás la cima con el piolet

Foto en la cima oficial

La cresta hacia el Pic de l'Infern

En la Cruz del Bastiments, 2875 m.


Iniciamos el descenso, que yo me tomo con mucha calma, pues no quiero forzar mis maltrechas rodillas. Los peques van a su ritmo, dicen que ya nos esperarán en el Coll de la Marrana. Nos cruzamos con más personas que suben para la cima, algo tarde si no fuera por el estupendo día que hace. Poco a poco vamos bajando hasta estar nuevamente en el collado.


Ahora toca bajar

Los críos a su ritmo

El camino bien marcado hacia el collado

Vistas al Gra de Fajol, el gran y el Petit

Bueno, ya estamos absjo


Una vez abajo nos tomamos otro descanso, hace uno de esos días en que la montaña se disfruta a tope. Los voluntarios que están marcando el camino para la carrera de montaña han llegado cargados de plátanos y naranjas, que guardan en el refugio de piedras que hay en el collado. Pensábamos comer aquí, pero decidimos hacerlo abajo, junto al refugio donde podremos comprar algunas bebidas.


La madre ya en el collado

Venga, otra paradeta

Erik, las naranjas no so para tí


Nuevamente en marcha, decidimos bajar por un sendero diferente al que está señalizado con las marcas del GR-11 y que hace una ziga-zaga por la derecha bordeando las laderas del Gra de Fajol. A mitad de camino nos cruzamos con otros voluntarios que con la ayuda de un grupo de caballos sigue subiendo provisiones para la carrera. Finalmente, el camino nos deja en la explanada inferior del Coll de la Marrana.


Bajando por el sendero que bordea el Gra de Fajol

Cruzando un pequeño paso estrecho

El camino perfectamente marcado

Más vituallas para los corredores de mañana

Esta zona es más pedregosa

En la explanada


Una vez en la planicie, seguimos el GR-11 en dirección al refugio de Ulldeter, donde comemos junto a unas rocas. El refugio tiene servicio de bar, para poder comprar bebidas o tomar café. También preparan comidas. Tiene 80 plazas y fue inaugurado en 1959 para sustituir al otro de 1909, del que sólo quedan unas ruinas más arriba. Esta ubicado en una zona muy bonita, rodeado de un bosque de pino negro y bien merece una visita si acudimos a Vallter, aunque no queramos subir ninguna montaña.


Seguimos el GR-11

Cruzamos los riachuelos que forma el Ter

Atrás queda el Bastiments

Refugio de Ulldeter


Tras la comida y viendo el airecillo fresco que se está levantando, nos ponemos en marcha y cubrimos los últimos metros hasta donde tenemos el coche. Ha sido un espectacular día de montaña, que hemos disfrutado a tope.


En marcha hacia el coche

El sendero se introduce en el bosque

Una foto junto al Ter