El Puigmal es una de las montañas más emblemáticas del territorio catalán. Techo comarcal del Ripollès, no mentiría si digo que es una de las montañas más ascendidas, especialmente en verano. De las tres típicas vías que hay para hollar su cima, nosotros elegimos la más directa y concurrida, que es subir desde la Collada de Fontalba, aunque también podemos partir desde el santuario de Núria o bien desde la Cerdanya francesa empezando en las pistas de esquí de Err-Puigmal. Los 850 metros de desnivel que hay que superar puede que nos echen para atrás si tenemos niños muy pequeños, pero es una cima perfectamente accesible para niños mayores de 7 años. Eso sí, hay que elegir bien el día consultando la previsión meteorológica y, aún así, no confiarse. Debemos abstenernos de subir si hay niebla o si el viento sopla fuerte, pues con esto último, la temperatura en la cima cae en picado. Para llegar hasta la Collada de Fontalba tenemos que acercarnos a Queralbs y continuar por la pista que sale a la derecha después de pasar la estación del cremallera. La pista de tierra, tras un primer kilómetro asfaltado, cubre una distancia de 10 kilómetros más y supera 800 metros de desnivel. La pista, aunque la califican como apta para todos los vehículos, tiene mucha, mucha piedra suelta y pondrá a prueba nuestros neumáticos. Así que despacito y buena letra.
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Mapa de la ruta - Ed. Alpina |
Distancia: 9 km.
Tiempo: 5 horas, con paradas
Tiempo para un adulto: 3 horas, sin paradas
Cuando llegamos a Fontalba hay ya muchos coches estacionados y eso que son las ocho y media de la mañana. Nos preparamos e iniciamos la marcha por un suave sendero, que en dirección oeste, se dirige hacia la cadena montañosa que tiene como punto culminante el Puigmal. A nuestra derecha, parte otro sendero que en unas dos horitas de marcha tranquila nos llevaría a Núria. Algunas reses pastan en esta zona conocida como el Pla de les Dues Lliures. Frente a nosotros vemos el Cim de la Dou, primer punto de referencia de la ascensión y donde realizaremos la primera parada tras haber superado 400 metros de desnivel.
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Aparcamos un poco antes de la Collada |
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El Puigmal, objetivo del día |
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Nos ponemos en marcha... |
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El sendero pasa por el Pla de les Dues Lliures |
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Somos muchos los que nos dirigimos hacia la cima |
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Al fondo, el Cim de la Dou |
Con paso tranquilo vamos atravesando el Pla de les Dues Lliures y encaramos las primeras rampas que nos llevarán hasta el Cim de la Dou. La subida se acentúa, pero no tenemos sensación de que sea especialmente dura. Con calma se van superando metros de desnivel hasta llegar al Cim de la Dou, que queda a unos metros del sendero.
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Erik con las montañas de Nuria a sus espladas |
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Aquí la subida se acentúa |
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Un mar de nubes cubre la Plana de Vic con el Montseny al fondo |
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Atrás queda Fontalba |
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Jan y su madre cierran el grupo |
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Una fita para marcar el camino en invierno |
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Erik alcanzando el Cim de la Dou |
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Vistas al Puigmal |
El sendero baja unos metros hasta alcanzar el coll del Borrut, para nuevamente subir, esta vez más decido, hacia la elevación que tenemos frente a nosotros, el Cim del Borrut, a 2670 metros de altura. Este será el siguiente punto de referencia, donde volveremos a hacer otro descanso
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Atravesamos el Coll del Borrut |
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La madre ha puesto el turbo |
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Yo me quedo rezagado con Jan... |
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...mientras que un servidor cierra el grupo |
El sendero está perfectamente marcado y se hace entretenido, con las preciosas vistas que tenemos. A nuestra izquierda asoma el Pedraforca y, más cerca, podemos seguir toda la cadena del Puigmal que llega hasta el Puig de Dorria. A nuestra derecha, las montañas que componen parte de la Olla de Nuria y la Collada de Fontalba, cada vez más lejos.
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Poco a poco vamos superando metros de desnivel |
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Vistas a la cadena que viene desde el Puig de Dórria |
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El Pedraforca asoma por nuestra izquierda |
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Últimos metros hasta el Cim del Borrut |
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Jan y su madre con el Puigmal a su espalda |
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Yo también quiero mi foto, que nunca salgo |
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Una pausa para coger fuerzas |
Nos tomamos un buen descanso que aprovechamos para comer e hidratarnos, pues nos tenemos que enfrentar a la parte más dura de la ascensión, la pared que nos llevará hasta la antecima del Puigmal, doscientos metros de desnivel en una corta distancia pero muy empinados, por un terreno muy suelto. Comenzamos a subir con calma pero sin pausa. El sendero hace varias lazadas que ayudan a superar el desnivel, aunque el terreno, bastante descompuesto, nos avisa que la bajada no será sencilla. Los últimos metros se suavizan y alcanzamos la antecima del Puigmal, desde donde ya podemos divisar la cruz que corona su cima y a un buen número de excursionistas repartidos por toda la explanada.
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Erik descansando |
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Lo que tenemos por delante |
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¡A subir! |
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Las lazadas nos ayudan a superar el desnivel |
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Vistas de lo que llevamos subido |
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Erik alcanzando la antecima |
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Jan y su madre llegando también |
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Jan encaminándose hacia la cima |
Desde la antecima, llegar a la cumbre se convierte en un agradable paseo que permite recuperarte de la fuerte subida. En la cima hay congregada una multitud de excursionistas repartidos por ella. Toca hacerse las fotos de rigor y disfrutar de las amplias vistas que se pueden contemplar desde esta magnífica atalaya.
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El camino que lleva a la cumbre |
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Cubriendo los últimos metros |
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Pugimal, 2910 m. |
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¡Cimaaaaaa! |
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Mucha gente repartida por la cima |
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Mientras otros hacen turno para sacarse una foto |
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Con Erik en la cima |
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Vistas hacia la Cerdanya |
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Comiendo y descansando |
Decidimos descender por el mismo camino de ida. Otra opción, si nos encontramos fuertes, es bajar hasta Núria por la Coma de l'Embut y regresar desde allí a Fontalba, pero con niños, eso significa alargar unas tres horas la excursión sobre el horario total. Dejamos atrás la cima y llegamos hasta la fuerte bajada que nos llevará al Coll del Borrut. Hay que bajar despacio, el sendero está muy empinado y descompuesto y hay que vigilar de no resbalar. Con calma llegamos hasta el collado y proseguimos nuestro descenso hasta Fontalba.
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Abandonamos donde nos hemos refugiado del viento... |
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...e iniciamos el descenso |
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Atrás dejamos la cima del Puigmal |
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Ahora toca bajar |
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Bajando con cuidado |
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Cómo ayudan los bastones |
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Acabando la bajada |
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Sí, sí, todo eso hemos bajado |
Tras superar esta parte más complicada, el resto de la bajada no presenta dificultades. Hay tramos con pendiente más fuerte, pero con el terreno mucho más seguro. Pronto divisamos la collada de Fontalba y tras un poco más de caminata, llegamos hasta el coche.
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Por esta parte se baja mejor |
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Aunque hay tramos de gran pendiente |
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Ya tenemos cerca la Collada de Fontalba |
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Reses pastando en el Pla de les Dues Lliures |
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Crecen algunas nubes, pero sin peligro de tormenta |
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A por el coche |
Sin más incidencias llegamos hasta el coche. Toca ahora bajar por la pista hasta Queralbs, lo que es un auténtico tormento que nos llevará 30 minutos. No hay baches, pero la acumulación de piedras es tal, que hay que ir muy despacio.