Castell de Boixadors

En esta ocasión hemos elegido una excursión que además de permitirnos sumar una cima más al reto de la FECC, nos llevará a conocer uno de los muchos castillos de frontera que hay repartidos por tierras catalanas. El Castell de Boixadors se levanta a 864 metros de altura sobre una elevación que ofrece grandes vistas hacia las comarcas del Bages, Anoia y Solsonès. Toda la ruta transcurre por pista forestal (de hecho se puede llegar hasta el pie del castillo en coche) y es ideal para hacer con niños. Hay que tener en cuenta que si queremos visitar la fortaleza, debemos acudir el primer domingo de cada mes, que es cuando la Diputación ofrece visitas guiadas gratuitas. Para llegar hasta el inicio de la excursión, subiremos por la C-25 hasta la salida 114 (Fonollosa - Aguilar de Segarra), donde tomaremos dirección hacia Sant Pere de Sallavinera por la N-141b, hasta llegar a una rotonda donde nos desviaremos hacia la derecha en dirección a la estación de tren de Segues. Pasaremos la estación y seguiremos por la carretera unos cuatro kilómetros. Tras pasar unos paneles solares, la pista está un poco en mal estado. Continuamos y justo cuando la carretera vuelve a estar en perfecto estado, a la derecha hay una pequeña explanada donde dejar el coche, al lado de un poste indicador.

Mapa de la ruta - ICC

Distancia: 6,5 km.
Tiempo: 2 horas 30' minutos (+ el tiempo que pasemos visitando el castillo)


Dejamos el coche y comenzamos a caminar por la pista forestal que nos conducirá hasta el Castell de Boixadors. El camino atraviesa amplios campos de cultivo y pasa junto alguna que otra masía. La subida, aunque constante, es bastante llevadera, por lo que no presenta dificultad alguna si vamos con niños pequeños.

Punto de inicio de la excursión

Nos ponemos a caminar

La pista sigue por la izquierda

Pasamos junto a una gran masía

Grandes extensiones de cultivo

La pista gira hacia la derecha y nos encamina hacia un bosque de pinos cuyas ramas están cargadas de nidos de procesionaria, que también campan a sus anchas por el camino. Conviene no acercarse a ellas y alejarse de los árboles, si no queremos que nos esté picando el cuerpo todo el día. Esto vale en especial para los niños, hay que evitar pararse debajo de los árboles o tocar los gusanos. Acaba la subida y dejamos una pista a nuestra izquierda y otra que baja por la derecha (por esta última continuaremos la excursión tras la visita al castillo). Estamos en el Coll del Castell y frente a nosotros se levanta sobre un promontorio la fortaleza de Boixadors.

Los pinos están cargados de nidos de procesionaria

Largas filas de gusanos comparten la pista con nosotros

Continuamos subiendo cómodamente por la pista

Dejamos el camino que sube hacia nuestra izquierda

Un zoom hacia el castillo de Boixadors

Tomamos la pista que queda frente a nosotros para subir hasta el castillo y la iglesia de Sant Pere. Hay que señalar, como mencioné al principio, que se puede llegar hasta la fortaleza con el coche, pues la pista, salvo algún pequeño socavón, la vi apta para todo tipo de vehículo. Una vez en el castillo, nos unimos a una pareja que había llegado antes que nosotros y comenzamos la visita acompañados de una guía de la Diputación de Barcelona.

Seguiremos por la pista que sube

Nos encaminamos hacia el castillo

Llegando a los pies de la fortaleza

Vista del campanario de la iglesia

Rodeamos el castillo para dirigirnos hacia la entrada

La visita guiada dura unos 40 minutos y es realmente interesante. Resumiendo, se trata de un castillo de frontera del siglo XI, documentado por primera vez en 1085, con distintas etapas de construcción y que finalmente, hacia los años setenta del siglo pasado, pasó a manos de la Diputación de Barcelona que se ha encargado de restaurarlo en varias etapas.

Antigua puerta en el muro de la iglesia

Muro de la etapa más reciente del castillo

Acompañados de la guía iniciamos la visita

Vistas hacia la iglesia de Sant Pere

Escalera por la que subiremos a la torre

Ya en el interior del castillo

Ventanas en uno de los muros

Aún se conserva el antiguo palomar

La visita es muy amena e instructiva. La fortaleza, en un principio constaba sólo de una torre de defensa que hacía las funciones de vigía en estas tierras de frontera. Poco a poco se le fueron añadiendo dependencias, en especial en los siglos XIII y XIV, mientras que los arcos ojivales son de época mucho más reciente. Tras pasar por las diferentes estancias subimos hasta la parte superior de la torre (tiene tres pisos), donde nos hacemos la foto de cima. Las vistas son muy extensas hacia las tres comarcas con las que limita la fortaleza, el Solsonès, l'Anoia y el Bages.

Torre circular

Puerta ojival

Una de las estancias del castillo

Detalle del muro más antiguo

Toca subir ahora a la torre

Ascendemos por esta escalera de caracol

Entramos en torre para subir hasta arriba

Vistas a la iglesia de Sant Pere desde la torre

Jan subiendo por las escaleras

Castell de Boixadors, 846 m.

Tras un rato en la parte superior de la torre, bajamos para visitar la iglesia románica de Sant Pere, datada también en el siglo XI. Continuas reformas a lo largo del tiempo le privaron de su ábside semicircular original dejándole la planta cuadrangular que ha conservado hasta hoy día. En su interior destacan algunas baldosas firmadas por los distintos gremios de artesanos que contribuyeron a su construcción. Una tumba en medio de la iglesia guarda, según la leyenda, la entrada a un túnel donde se esconde un ciervo de oro, que todavía nadie ha podido encontrar.

Baldosas firmadas

Antigua puerta que comunicaba con el castillo

Detalle del altar

Tras agradecer las explicaciones a la guía que nos ha acompañado durante la visita, abandonamos la fortaleza para continuar nuestra excursión. Bajamos de la colina hasta el Coll del Castell, donde giramos a la izquerda y bajamos por el camino, que en fuerte pendiente, pasa junto a las ruinas de la Casa Nova del Castell.

Abandonamos la fortaleza

...y bajamos hacia el Coll del Castell

Giraremos ahora hacia la izquierda

Una foto con el castillo al fondo

Casa Nova del Castell, que de nueva no tiene mucho

Bajamos por la pista en fuerte descenso

Feixes de la Casa

La pista, salvo por la pendiente, es ancha y cómoda. Nos dirigimos ahora hacia la masía de Cal Gironella, para visitar la iglesia de Sant Pere de Boixadors. Una vez en la masía, nos desviamos por el camino que hay por encima de la vivienda, no seguiremos bajando por la pista por la que veníamos, ya que acabaríamos en la carretera.

Seguimos bajando por la pista

Por aquí ya no hay tanto desnivel

Cal Gironella

Nos desviamos ahora por la derecha

Este es el camino correcto

Dejamos la masía a nuestra izquierda y seguimos avanzando por la pista hasta un desvío a nuestra izquierda que baja hasta la iglesia de Sant Pere de Boixadors, junto a la cual hay otra vivienda. Lamentablemente la iglesia está cerrada y nos tenemos que conformar con verla desde fuera.

Continuamos por la pista

Bajamos hasta la iglesia de Sant Pere de Boixadors

Está cerrada

Iglesia de Sant Pere de Boixadors

Encaramos ya la última parte de la excursión. Enlazamos con otra pista que paralela a nosotros venía por nuestra derecha y nos dirigimos hacia Les Bassetes, otra masía diseminada por estos amplios campos.

Enlazamos con una pista que viene por nuestra derecha

Seguimos caminando tranquilamente...

...mientras el cielo se va cubriendo cada vez más

Les Bassetes

La pista desemboca en la carretera. Giramos a la derecha y subimos por ella hasta llegar al punto donde habíamos dejado el coche, junto a Els Seguers, finalizando esta sencilla excursión.

La pista nos lleva hasta la carretera

Sólo queda subir por ella un poco

Al fondo el Castell de Boixadors

Llegando al punto de inicio de la excursión

Un pedrón dedicado a la virgen de Montserrat

La excursión es muy sencilla y nos permite, además de sumar una cima más al reto de la FECC, visitar un castillo de frontera en bastante buen estado de conservación gracias a las continuas rehabilitaciones efectuadas en él. Ideal para hacer en familia.